Por Saeed Azhar y David French
La salida a bolsa se espera que sea la mayor del mundo, y es un componente clave de un programa de reforma económica del Gobierno saudí que busca diversificación de su dependencia de las exportaciones de petróleo.
Se estudia una venta privada de acciones de la petrolera estatal a un inversor chino previa a la salida a bolsa, según dos fuentes que hablaron bajo condición de anonimato porque la información no era pública.
No identificaron al inversor o qué participación podría venderle Aramco.
El movimiento proporcionaría a Arabia Saudí efectivo para ayudar a completar el Programa de Transformación Nacional (NTP, por su sigla en inglés), como se conoce el paquete de reformas saudí, según una de las fuentes.
El programa comprende difíciles ajustes económicos para el país - incluida la retirada de algunas subvenciones y la subida de impuestos - que buscan limitar los fuertes déficit presupuestarios causados por los bajos precios del crudo.
La preocupación por el impacto de las medidas de austeridad sobre la economía están creciendo. Aunque los datos mostraron este mes que el déficit se estaba reduciendo, la economía saudí entró en recesión en el segundo trimestre y los precios al consumo caen mientras el paro es del 12,8 por ciento.
Un portavoz de Saudi Aramco dijo: "Continúa habiendo una revisión del abanico de opciones para la salida a bolsa de Saudi Aramco. No se ha tomado ninguna decisión y el proceso de salida a bolsa sigue en marcha".
La salida a bolsa dual de Aramco en la bolsa saudí y otro mercado internacional ha sido fijada para 2018 por parte de las autoridades saudíes - con vistas a que las bolsas de Nueva York, Londres o Asia acojan la oferta, aunque todavía no se ha elegido cuál.