Orange España disolverá el próximo 31 de diciembre Orange Cataluña (OCAT), una pequeña división residual que viene de los tiempos de la compra de la antigua compañía pública Al-Pi a la Generalitat. Es una actividad que generó en 2016 una facturación de 14 millones, frente a los más de 5.000 de la matriz, y que emplea a 78 trabajadores frente a los 7.000 del grupo francés en España.
Fuentes de la compañía insistieron en que el hecho de que se haya conocido esta información el mismo día de la proclamación de una supuesta república catalana por parte del Parlament es “casualidad”, y que se trata sólo de un paso más en la reorganización de la compañía, no tan diferente a lo que sucedió cuando se absorbió Jazztel.
Esta filial se dedica sólo a la actividad del fijo, sólo a las grandes cuentas y ni siquiera a todas. Sus empleados seguirán trabajando, en las mismas condiciones, para la compañía. Las actividades del grupo en la comunidad autónoma seguirán como hasta ahora.
La información se ha conocido porque la sección sindical de UGT en la compañía se reunió con la dirección de la compañía precisamente hoy y filtró la reorganización.