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Ana Botín da la vuelta a la cotización del Santander en la segunda parte de su mandato

Ana Botín asumió la presidencia del Banco Santander el 10 de septiembre de 2014, en un entorno complejo para el negocio bancario con unos tipos en mínimos y cada vez mayor presión regulatoria que hundió la cotización sector. Pero finales de 2015 supuso un punto de inflexión para Santander, cuya cotización se ha revalorizado casi un 30% desde entonces. Y subiendo, porque el consenso aún ve potencial alcista y cumplimiento de exigentes objetivos tras la integración del Popular.

1 noviembre, 2017 11:59

10 de septiembre de 2014. Ana Botín asumía el mando del Santander con el reto de mantener la carrera fulgurante en Bolsa que el banco había registrado durante la `era Botín padre¿. Sus títulos pasaron de valer en Bolsa 43 pesetas por aquel 1986 en el que Emilio Botín era nombrado presidente del banco a 7,75 euros el día en el que su hija asumía esa responsabilidad.

Desde aquel 10 de septiembre hasta hoy, la cotización del Santander ha caído un 24,9%. Pero en este periodo, se pueden diferenciar claramente dos etapas que hacen ser optimistas a los accionistas del banco. Hasta cierre del 2015, Santander perdió más de un 40% en Bolsa, pasando su valor de 7,75 euros a 4,55 euros por título, y en línea con las fuertes caídas registradas por el resto del sector bancario. Desde entonces, la acción se ha recuperado casi un 28% hasta los 5,82 euros en los que la entidad despidió la sesión del martes.

Además, en lo que va de ejercicio Santander se ha revalorizado cerca de un 20% y ha logrado superar la importante resistencia de los 5,80 euros por acción, que, según los analistas, supone una vía libre a los 6,50 euros por título.

El cambio de estrategia en el banco en los últimos años ha sido evidente. Y lejos parece ya la primera ampliación de capital de 7.500 millones de euros llevada a cabo por Ana Botín en 2015, que permitió al banco cumplir los requisitos regulatorios europeos. Desde entonces, la transformación de la entidad se ha basado en una renovación para, entre otros aspectos, reducir al mínimo el riesgo inmobiliario que, aunque ha aumentado tras la adquisición del Popular el pasado 7 de junio, va camino de recuperar de nuevo el calificativo de `residual¿ tras la venta del 51% de ese ladrillo al fondo Blackstone a principios de agosto de este año.

Bajo la comandancia de Ana Botín, el banco también ha logrado en estos años recuperar terreno en el mercado nacional. Y tras la integración del Popular, la entidad se ha convertido en el mayor banco de España por activos, con más de 465.000 millones de euros, por delante de CaixaBank (337.000 millones).

LOS ANALISTAS APUESTAN POR EL BANCO CÁNTABRO

Tras el rally bancario del primer trimestre del año, muchos inversores temían que el sector hubiera tocado techo. Santander, de hecho, que acumula una revalorización cercana al 20% este año, sigue manteniendo potencial alcista. Solo 3 de las 35 firmas que siguen al valor recomiendan `vender¿. El resto `comprar¿ o `mantener¿, con un precio objetivo de 6,02 euros por título que ha ido creciendo desde los 5,90 euros que rondaban las recomendaciones a principios de año. La cifra aún supone un potencial alcista superior al 4% respecto a la cotización actual.

Los resultados de los nueve primeros meses del año, presentados la pasada semana, han supuesto otro impulso a la confianza de los analistas sobre el valor, al quedar por encima del consenso con un incremento del 0,5% en el margen de intereses en el tercer trimestre y con un beneficio que también ha superado las previsiones en todas las regiones en las que opera el banco, salvo en EEUU. ¿Destacan los avances en Brasil (+35%), mientras que España (+15%) se sitúa en línea con lo esperado al igual que Reino Unido¿, indica Natalia Aguirre desde Renta 4. Especial relevancia la fortaleza del negocio del Santander en esta última región, donde la amenaza del Brexit finalmente no ha causado un estropicio en las cuentas de la entidad, con el negocio creciendo un 4% en el periodo.

Aguirre explica que ¿Santander está bien posicionado para cumplir con su objetivo 2018 de RoTE superior al 11,5%, apoyado por la mejora de las perspectivas económicas en una parte importante de sus principales  mercados¿. La firma otorga un precio objetivo a la entidad de 6,18 euros, reiterando `sobreponderar¿. ¿Esperamos una reacción positiva de la cotización tras unos resultados que avanzan en el cumplimiento de objetivos 2017¿, insisten, recordando el crecimiento de doble dígito en clientes vinculados y digitales y comisiones, la mejora de eficiencia a 46,3% frente al objetivo de 45%-47%, y un ratio CET1 fully loaded que ha mejorado en 8 puntos básicos en el tercer trimestre hasta 10,8%, ¿en línea para superar el 11% en 2018¿, explican los expertos.

Tras la presentación de resultados, firmas como JP Morgan han reiterado su consejo de de sobreponderar el valor. La firma ha elevado además la previsión de beneficios para el banco, aumentando su estimación de BPA en un 5% para 2017 y en un 7% para 2018- 2019.

RETOS PENDIENTES

La buena evolución del negocio del Santander en el último año es un hecho y así lo reflejan las cifras. Pero aún quedan retos pendientes. Entre los más inmediatos, Ana Botín ha comenzado ya a gestionar la integración del Popular. La entidad ha recuperado 11.000 millones de euros de los depósitos que salieron con la crisis del Popular. La cifra supone más de la mitad de los 20.000 millones de euros que salieron de la entidad entre diciembre de 2016 y el 6 de junio, fecha de la intervención.

Sin embargo, aún quedan flecos que definir. Entre los más inmediatos, el banco ya ha empezado a negociar con los sindicatos el recorte de personal derivado de la integración, que comenzará por los Servicios Centrales. Del mismo modo, Santander negocia ya la venta de TotalBank, el banco del Popular en Florida, al chileno BCI. Y también piensan en recomprar parte de WiZink, el negocio de medios de pago del banco resuelto. El consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez dejó claro en la presentación de resultados que, de ese negocio, solo les interesa la parte de las tarjetas de débito, con lo que es previsible que vendan el resto. Respecto a los acuerdos que Popular mantenía con Allianz en seguros y gestión de activos, parece evidente que Santander también pondrá fecha de cierre a los mismos. Desde la entidad recuerdan que ¿nosotros tenemos acuerdos con otras entidades similares a los de Popular con Allianz¿, en referencia a su alianza con Aegon.

Otro de los grandes retos que debe batir Ana Botín en los próximos meses consiste en recuperar la confianza de los clientes del Popular que se vieron afectados por la caída del banco. En los últimos meses, las demandas se han multiplicado, pese a que el bono de fidelización lanzado por Santander para compensar a parte de esos afectados alcanza ya una aceptación del 60% en volumen. Recordar que todo aquel que acepte esta oferta comercial renuncia a emprender cualquier tipo de acción legal contra la entidad o sus directivos.

EL GRAN DESAFÍO: SEGUIR GENERANDO VALOR PARA EL ACCIONISTA

Desde que asumió el mando de la entidad cántabra, Ana Botín asumió el reto de seguir generando valor para el accionista. En una reciente reunión con inversores y analistas en Nueva York, la presidenta del banco aseguró que, precisamente la compra del Popular, supone ¿una magnífica oportunidad para cumplir con nuestro compromiso¿. Al igual que ya explicó por carta a sus accionistas, Botín confía en que el ratio de capital más exigente supere el 11% objetivo en 2019, y ¿a partir de ahí, el Consejo decidirá si se dedica a mayor crecimiento o a mayor dividendo¿, abriendo la puerta también a realizar todo el pago de la retribución en efectivo (actualmente se realizan tres en metálico y uno bajo el formato de Dividendo Elección, que permite al accionista elegir entre efectivo o acciones).

Botín y el banco que dirige van a por todas. Y la entidad se ha fijado el reto de generar una rentabilidad sobre la inversión del 13-14% en el año 2020, muy por encima del coste de capital del Grupo. También ha reiterado en varias ocasiones sus objetivos comerciales y financieros para este año y 2018, incluido ese aumento del dividendo por acción, el beneficio por acción y el valor tangible.

La digitalización también es básica para alcanzar estos objetivos. En este sentido, Ana Botín (que demostró su compromiso en este sentido con su presencia en la presentación del renovado OpenBank el pasado verano) puede presumir de conseguir un nuevo cliente digital cada 9 segundos. En total, Santander cuenta con más de 22 millones actualmente, y aspira a alcanzar los 30 el próximo año. De ellos, los clientes móviles suponen 12,1 millones.

¿Santander es una de las mejores opciones de inversión de toda la banca europea¿. Es la valoración de los analistas de Deutsche Bank que resume el consenso del mercado. A partir de ahora, los inversores juzgarán si la firma tiene razón, analizando con lupa la gestión de Ana Botín en los próximos años y el cumplimiento de sus promesas financieras.

 

- LOS SINDICATOS PEDIRÁN EL VIERNES A SANTANDER QUE EL AJUSTE DE PLANTILLA POR POPULAR NO SEA TRAUMÁTICO