No obstante, el resultado neto normalizado fue positivo, con 22,6 millones de euros, un 71,7% inferior al logrado en los nueve primeros meses de 2016.
Entre enero y septiembre, los ingresos totales alcanzaron los 561,6 millones de euros, un 11,6% inferiores a los de un año antes, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 100,1 millones de euros, un 45,5% menos, pese a la recuperación en el tercer trimestre.
El margen bruto se situó en 310,6 millones de euros, un 23,6% inferior, afectado negativamente por la reducción en las ventas en las zonas geográficas con mayor margen.
La compañía ha reiterado las estimaciones anunciadas el pasado 10 de julio y ha subrayado que el desarrollo de negocio y las licencias siguen siendo una alta prioridad.
En este sentido, ha señalado que utilizará su "sólida" posición financiera para abordar oportunidades de crecimiento en esta dirección, buscando empresas y/o activos en Europa y Estados Unidos que, desde el inicio, generen valor para los accionistas.
"2017 no ha evolucionado de la manera que esperábamos inicialmente. La situación de Aqua en Estados Unidos ha demostrado ser muy difícil por varias razones. Sin embargo, el conjunto integral de acciones que hemos llevado a cabo para afrontar los eventos adversos y mitigar su impacto han comenzado a tener efecto", ha subrayado el consejero delegado de la firma, Peter Guenter.
"Tenemos un balance saneado que nos permite focalizarnos en adquisiciones orientadas a aumentar la masa crítica en mercados clave y en licencias de activos en última fase de desarrollo. Bajo mi dirección, analizaremos en profundidad los objetivos potenciales de crecimiento inorgánico, asegurándonos de su encaje con nuestro negocio core, así como de una integración correcta a nivel operacional", ha afirmado.
La posición de caja de la compañía fue de 127,3 millones de euros, mientras que la deuda financiera llegó a un total de 152 millones de euros, representando el 6,8% del total de activos.