En una canción del verano de hace 30 años, el grupo Los Refrescos puso de moda el pegadizo estribillo ‘pero al llegar agosto, ¡vaya, vaya! Aquí no hay playa, ¡vaya, vaya!’, para destacar que en Madrid había de todo, menos playa.
Tres décadas después, al Grupo Rayet -principal accionista de la inmobiliaria cotizada Quabit- se le ha ocurrido que un complejo acuático podría dar el empujón definitivo a un desarrollo inmobiliario que quedó paralizado durante la crisis económica.
Con chiringuito incluido a pie de playa
Dicho y hecho. La alianza con la empresa chilena Crystal Lagoons permitirá que, si todo marcha según lo previsto, en 2020 los madrileños puedan contar con una playa de 40.000 metros cuadrados, aunque sea artificial, con 25.000 metros de agua y otros 15.000 de fina arena para colocar sombrillas y hamacas. Un espacio central que se complementará con áreas para el baño, tanto para niños como adultos, zonas deportivas y de restauración, con chiringuito incluido a pie de playa.
El complejo se localiza en el municipio de Alovera, en Guadalajara, a media hora de Madrid, junto a la A-2, junto la zona residencial Las Suertes. Un desarrollo urbanístico que, como tantos otros, sufrió los embates de la crisis, y que Rayet y Quabit -ambas presididas por el Félix Abánades- están tratando de relanzar.
Entrada a unos 10 euros
De acuerdo con los plazos previstos, el proyecto Alovera Beach -con una inversión de casi 16 millones de euros que, inicialmente, aportaría Rayet- estaría listo para abrir al público en 2020, “a un precio de unos 10 euros por persona”, según avanzaba Abánades.
El objetivo es que esta primera playa artificial con estas dimensiones en Europa reciba a unos 100.000 visitantes el primer año, para llegar a un margen de entre 250.000 y 400.000 cuando se consolide y alcance su pleno rendimiento.
El primer paso para poner el proyecto en marcha, tras el acuerdo alcanzado entre Rayet y Crystal Lagoons, lo daba el Ayuntamiento de Alovera el pasado 30 de octubre, al aprobar la iniciativa. “A partir de ahora se requiere de un año para tramitar todas las licencias y otro año y medio para la construcción del complejo”, calcula el presidente de Rayet y de Quabit.
Proyecto de ejecución y concesión municipal
En esa tramitación, el consistorio alcarreño deberá, a partir de ahora, sacar a exposición pública la iniciativa, como paso previo a sacar a concurso el proyecto de ejecución y la propia concesión pública del espacio, prevista para un periodo de 40 años, ya que el proyecto se va a realizar sobre una superficie municipal de 105.000 metros cuadrados. Actualmente, se trata de una zona muy degradada medioambientalmente, adecentada en parte como pista de motocross y con una laguna de aguas residuales.
‘Alovera Beach’ consta de 5 zonas diferenciadas, pero integradas. La principal, la laguna de agua y playa, con 40.000 metros cuadrados, con zonas separadas de baño y navegación. Además, un equipamiento deportivo y de ocio, compuesto por espacios con tirolinas, pistas de vóley playa o un gimnasio al aire libre, y diversos servicios de restauración, entre ellos un restaurante para 1.000 personas.