Probablemente muchos de ustedes no hayan oído hablar de Fluidra; sin embargo, seguro que ha disfrutado en más de una ocasión de alguna de las piscinas que esta empresa con sede en Sabadell instala alrededor del mundo. Es uno de los principales jugadores del sector, y acaba de fusionarse con la americana Zodiac, dando lugar a un auténtico gigante de las piscinas en el mundo.
Estará presente en 46 países, tendrá un volumen de ventas cercano a los 1.300 millones de euros; y una plantilla de 5.000 personas. Un coloso que ve en el ocio y el 'wellness' su principal punto de crecimiento de cara a los próximos años.
Una fusión de la que Eloi Planes, su presidente, se muestra orgulloso al atender a EL ESPAÑOL pocos días después de hacer pública la operación. Un proceso que ha llevado meses de trabajo, que ha generado muchos nervios, pero que ha terminado viendo sus frutos.
La fusión de Fluidra con Zodiac da lugar al mayor operador de piscinas y soluciones para el agua del mundo. ¿Cuál es la aportación de cada a una al nuevo proyecto?
Hablamos de una operación en la que ambas compañías son complementarias. Zodiac está presente en piscina residencial, pero no comercial. Está presente en alguno de los principales mercados del mundo como Francia, Australia, Alemania... Pero, sobre todo, en Estados Unidos. Allí existe capacidad para que la nueva Fluidra aproveche las sinergias de venta y distribución para introducirse en la piscina comercial.
Además, son dos compañías que generan mucha caja, y que en generación de valor van a tener un valor importante.
Cuáles son los múltiplos de crecimiento que estiman durante los primeros años de la puesta en marcha de la nueva compañía.
Prevemos un ritmo de crecimiento orgánico del 6% o el 7% anual hasta 2020, que al que crecen ahora mismo las dos empresas. Es una cifra en la que no se incluyen posibles sinergias de ventas, la introducción de producto en Estados Unidos... Es algo que ocurrirá a futuro, y que sumará. Puede también haber alguna adquisición o inversión; aunque no en estos primeros dos años en los que el proyecto es de consolidación.
La deuda financiera asciende a 750 millones de euros; 3,6 veces superior al ebitda. Usted mismo reconocía el fin de semana que no están acostumbrados a ello. ¿Cómo van a gestionar su reducción?
Aprovechando la caja que generan ambas empresas para reducir la deuda a niveles a los que estamos acostumbrados. Entorno a 2,5 veces ebitda es el lugar en el que deberíamos estar.
El desapalancamiento natural debería situarlo por debajo de 2 veces más allá de 2020. Conseguirlo nos permitirá repartir dividendos, inversiones en productos, posibles adquisiciones pasados los dos primeros años.
Destaca la buena evolución en bolsa de Fluidra durante este año. Una revalorización cercana al 145%. Decían los analistas que estaban ya casi en el techo de su valor; ahora… ¿dónde podemos situarlo?
La operación ha sido muy bien recibida por el mercado. Se revisan los precios objetivos por parte de los analistas, lo que permite espacio para revalorizar la compañía. Más allá del corto plazo, vemos una gran capacidad de generación de valor.
Hablamos de empresas que generan mucha caja, con grandes planes de crecimiento, donde tenemos que sumar sinergias de cerca de 35 millones, donde el tamaño de la compañía y la exposición al mercado americano deberían conllevar una revalorización del activo combinado. Vemos un buen futuro.
¿Quién busca a quién para desarrollar esta operación?
Creo que todo el mundo buscaba; pero Fluidra siempre ha hecho una apuesta por la internacionalización. Cuando hemos tenido que decidir inversión se ha hecho fuera de Estados Unidos porque se trata de un mercado estructurado. Siempre que hemos hablado del mercado americano, que es el mayor del mundo, hemos dicho que tendría que ser mediante operación corporativa.
Nosotros hemos vigilado todas las opciones posibles. Cuando uno mira a los principales rivales, nos damos cuenta de que todos están en Estados Unidos de forma casi exclusiva; por lo que lo ideal era encajar Fluidra con alguna pieza.
Cuando salimos a bolsa hace una década, la visión estratégica estaba en hacer un recorrido en el mercado, donde se viera cómo hacemos las cosas y cómo pensamos, para después hacer una operación de este tipo. Ha pasado más tiempo del que pensábamos, que eran cuatro años, porque ha habido una crisis de por medio, pero hemos sido capaces de demostrar que somos una empresa preparada.
Nosotros siempre hemos pensado que una operación de este tipo podía generar valor. Una fusión bien hecha, a una ecuación de canje idónea tenía sentido, y la hemos encontrado.
¿Y cómo se lleva ese cambio en una compañía que tenía un fuerte componente familiar?
De momento bien (risas). Pero estamos acostumbrados. Hemos tenido al Sabadell en el accionariado. Tenemos un governance muy claro. Las familias son cuatro. Hay una dinámica de trabajo, con visión similar para crear valor; y teniendo claro que hay que diferenciar ser accionista de la gestión. Tenemos unos sistemas corporativos muy marcados, y no supondrá un gran cambio respecto a lo que hacemos hasta ahora.
Mientras no veamos un riesgo de peligro para nuestros accionistas, nuestros clientes o nuestros empleados, no se plantea el cambio de sede de Cataluña.
Rhone tiene una visión a medio largo plazo; con un mínimo de dos años. Su salida será ordenada, porque está reflejado en varios acuerdos. Las familias, en cambio, tienen una visión más larga. Digamos que uno tiene una visión de medio plazo, y la otra de largo.
El proyecto que tenemos por delante va a traer dos años que serán clave para crear valor.
Por ahora no plantean ustedes remuneración a sus accionistas; pero sí han manifestado voluntad de ponerla en marcha. ¿Cómo y cuándo comenzarán a hacerlo?
Es pronto para decirlo porque lo primero es desapalancar la empresa. Nuestra voluntad es poner en marcha el dividendo cuanto antes. Como la generación de caja es alta, esto debería ser posible un breve espacio de tiempo.
¿En dos años, dónde se ven?
Como una compañía que crece a ritmos del 6% o el 7%; con un ebitda del 21%; con ratios de deuda normalizados; una gran generación de caja para seguir invirtiendo en crecimiento y remunerando al accionista.
Teniendo sede en Sabadell, y negociando con fondos de inversión y una compañía americana en plena deriva nacionalista en Cataluña, tengo que preguntarle por cómo han sido las negociaciones. ¿Hubo algún momento en el que les mostraran inquietud?
No. Ha habido comentarios, se ha analizado el riesgo, pero no ha habido nada más que el análisis de la situación.
Se ha valorado el impacto que podía tener en Fluidra, pero tenemos una posición internacional enorme, con ventas ligadas al exterior, con un peso relativamente bajo en España. La preocupación más grande es que la incertidumbre que se ha generado en Cataluña pudiera frenar el consumo.
¿Se ha notado parón en consumo?
Nuestras cifras no lo demuestran. Pero es verdad que no estamos en campaña. Si hubiera sido en plena campaña, es complicado valorar cuánto hubiera impactado.
¿Hay cambios de plan de sede?
Nosotros hemos hecho un análisis serio. No nos gusta precipitarnos. Hacemos las cosas con racionalidad. Hemos visto la situación en la que se estaba para proteger al accionista, los clientes y a los empleados. Así nos hemos movido frente a las decisiones que se han visto.
¿Entonces no cambian la sede?
Mientras no veamos un riesgo de peligro para nuestros accionistas, nuestros clientes o nuestros empleados, no se plantea.
¿Se está notando la recuperación económica en el consumo?
Ahora en Europa estamos fuera de campaña, pero en Australia las dinámicas son buenas. El mercado europeo está en una buena dinámica, también el americano. Se tiene que tener en cuenta que el mercado de la piscina tiene dos grandes motores: uno recurrente, que es el dirigido al parque de piscinas residenciales, que crece a un ritmo del dos por ciento anual; y cuyo ticket medio sube porque los productos son más sofisticados. Esto nos permitirá crecer al 4%.
Además, el otro gran motor, que es la construcción de piscinas está 100.000 piscinas por debajo de los máximos de 2007. Una dinámica buena, en una estructura de mercado muy sana.
Nuestra voluntad es poner en marcha el dividendo cuanto antes, pero antes hay que desapalancarse.
¿Volveremos a recuperar esos niveles?
Hay mercados como el americano donde no se va a recuperar ese nivel, aunque hay recorrido. Otro mercado que tampoco lo hará es el español. Aquí se hacían 50.000 piscinas, y ahora estamos en 18.000 piscinas anuales. Creo que podemos esperar que la recuperación nos lleve a 30.000; pero no a los máximos. Aun así hay recorrido. Si al 4% anual le sumas la inflación, el incremento de construcción, y la buena evolución del ocio y el wellness pues tienes el 6 o 7%.
El sector wellness presenta un elevado crecimiento de cara a los próximos años, según las estadísticas. ¿Dónde está el límite?
Vemos dos elementos claros de dinámica de mercado. Uno es el wellness, el otro es el ocio. Son dos grandes elementos, que tienen una dinámica similar. Vivimos una socialización de estos dos elementos que tiran del sector.
Cada vez uno se da cuenta de que su zona de spa, piscina, masaje, está en hoteles rurales, en campings, en situaciones que acercan esto a la gente. Lo mismo ocurre con el tema del ocio. Se piensa en grandes parques acuáticos, pero te das cuenta de que ahora los hoteles y los campings cada vez ponen más este tipo de instalaciones.
Es una demanda real del mercado. Son los touroperadores los que empujan a que el mercado de piscinas sea tan dinámico como el que vivimos.
Como se afronta el crecimiento de un mercado como el de piscinas en un momento en el que estamos empezando a afrontar un período de sequía.
Llevamos años trabajando en ello. En primer lugar, mediante la eficiencia en uso de agua y energía. Es algo que incorporamos en 2006. Los productos que hemos desarrollado tienen en cuenta estos puntos.
También hay que tener en cuenta el concepto educativo. La piscina no es un gran consumidor de agua. Si está bien tratada y cuidada, más allá de la evaporación y alguna fuga, la piscina no consume. Hay que concienciar al usuario de que esto es así.
Hay un tercer elemento, que cuesta más, pero que debería formar parte de la cultura de todos los países: la regulación. En Australia, por ejemplo. Allí la natación es el primer deporte, hay gran penetración de piscinas, y muchas zonas con sequía. Sin embargo, tener piscina demuestra que se hace un uso responsable del agua. Si no hay unas instalaciones sostenibles no se puede tener una en casa. Sin embargo, hay países donde eso no se regula. Así que cuando llega la sequía toca remar.
En España hay comunidades como Murcia donde está muy bien regulada. En otras, en cambio, existe la necesidad de mejorar el eje normativo.
¿Cómo será la piscina del futuro?
Va hacia la conectividad. La fusión con Zodiac aporta mucho en esto. Son dos compañías que estamos muy avanzadas a nivel tecnológico. Zodiac es la que tiene más piscinas conectadas en Estados Unidos, nosotros en el resto del mundo.
La conectividad generará servicios que no existen y se podrán monitorizar en el futuro. Es un elemento clave para el futuro. Adicionalmente a esto, todo lo que sea mejora de la calidad del agua, wellness, mejora del entorno, la sostenibilidad... Serán los desarrollos de futuro.