El Banco Santander estima que las sinergias con el Banco Popular supondrá la salida de 1.585 personas de la entidad, además de recolocar a otras 575. En total se verían afectados 2.160 trabajadores. Es el cálculo que ha puesto encima de la mesa en la reunión con sindicatos que ha mantenido este miércoles.
Una reducción de plantilla que afectará especialmente a los servicios centrales de ambas entidades, y también a las unidades de apoyo de Santander España y Portugal, así como al centro corporativo. Unidades todas en las que trabajan cerca de 7.000 personas. De ellas, algo más de 4.000 corresponden a la entidad cántabra, y el resto a Popular.
Comienza la negociación
De este modo, comienza el período de negociación para encontrar la forma en la que se debe llevar a cabo este proceso. La intención del Santander es cerrar el acuerdo antes de que acabe el año, y que las salidas se produzcan “en buenas condiciones”, según señaló el comunicado tras el último encuentro con los representantes de los trabajadores la pasada semana.
Según explican a EL ESPAÑOL fuentes sindicales, la intención es efectuar las salidas vía prejubilaciones o bajas incentivadas. De hecho, se ha contratado a una empresa de recolocación para facilitar la ocupación de quienes quieran seguir trabajando tras su salida.
Fuentes sindicales aseguran a este periódico que tienen confianza en poder reducir el número de afectados en las negociaciones. Reconocen que las 2.000 personas afectadas es una cantidad que no esperaban, y esperan que exista voluntad negociadora por parte de la dirección del banco.
Por ahora el Santander no va a reestructurar la red comercial, dado que está en pleno proceso de recuperación de depósitos. Además, para ello se requiere también que haya culminado la integración tecnológica, para lo que todavía quedan varios meses. Se estima que la integración de las oficinas se produzca en 2019.
No es el primer ERE
Un ajuste de plantilla que llega tras la compra del Popular por parte del Santander antes del pasado verano. Se produce después de que ambos bancos hayan ejecutado sendos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) durante el año pasado. Con datos de los nueve primeros meses del año, la entidad cántabra cuenta en España con 22.000 trabajadores; de los que 1.700 están en el centro corporativo. Popular, por su parte, cuenta con 9.200 empleados hasta junio; de los que -unos 2.000- están en los servicios centrales.
Los costes laborales en esos seis meses de la entidad alcanzaron los 270 millones de euros; mientras que los del Santander, en los primeros nueve meses del año fueron de 400 millones.