Meliá Hotels ha cerrado con éxito un trimestre complicado. A la temporada de huracanes en el Caribe se han sumado la creciente tensión política en Cataluña y la desfavorable evolución del tipo de cambio.
Hasta septiembre, el beneficio neto atribuible de la cadena de la familia Escarrer ha alcanzado los 113,7 millones de euros, un 23,3% más que el año anterior, con un avance en los ingresos de un 5% hasta los 1.458 millones. Sin embargo, anticipando el impacto que pueden tener estos factores, la hotelera ve complicado cumplir los objetivos que marca el consenso del mercado para este año, como afirmaba en la memoria trimestral. Este consenso apunta a un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 310 millones -hasta septiembre ha alcanzado 254 millones-, y los analistas coinciden ya en que situación en España podría llevarles a recortar sus previsiones.
Otro de “eventos inesperados” que será un golpe para sus cuentas serán las recientes quiebras de las aerolíneas Monarch y Air Berlín, que estima ya que le costarán casi un millón de euros.
La británica Monarch declaró la quiebra y canceló todos sus vuelos a principios de octubre. La compañía operaba 13 destinos a España desde Reino Unido, principalmente en las Islas Canarias y Baleares además de Málaga, Madrid y Barcelona.
“La bancarrota de Monarch tendrá un impacto estimado de alrededor de 600.000 euros en nuestras operaciones”, afirma Meliá en su memoria trimestral. Por su parte, la aerolínea alemana se declaró en bancarrota el pasado mes de agosto y la cadena estima un impacto de 390.000 euros sobre su operación.
El riesgo de Cataluña
Aunque la hotelera considera que es “pronto para estimar el impacto real” del conflicto catalán en sus ubicaciones en España, sí reconoce una caída en las reservas y un ligero incremento en las cancelaciones en la zona. La cadena cuenta con 12 hoteles en la Comunidad y un 45% de sus hoteles está en España.
La cadena agrupa 74 de los hoteles urbanos (zona centro, sur, este y norte del país) en una operación independiente para su reporte de resultados. Según los datos presentados al regulador, este segmento ha sumado 253,4 millones hasta septiembre, teniendo en cuenta hoteles en propiedad, alquiler y gestión. La ocupación ha avanzado más de dos puntos, hasta el 69,9% y el ingreso por habitación disponible (RevPAR) aumentó un 16,2%, hasta 70,1 euros. También ha contribuido la buena marcha del segmento de viajes de negocios y placer y las convenciones (MICE), apunta Meliá, en Madrid y Barcelona, pero también en Alicante.
Los 'resorts', en tanto, han tenido también buenos resultados, pero “algunos destinos se han visto más impactados de lo esperado por causas como el brexit, la recuperación de otros destinos turísticos, cancelaciones de vuelos o el incremento de la economía colaborativa”, sostiene Meliá apuntando con discreción a las plataformas de alquiler de viviendas como Airbnb.
En conjunto, la operación europea -que incluye el segmento premium en España- ha aportado 423,5 millones en los nueve primeros meses del año, con una ocupación en línea con la del año anterior (71,6%) y el RevPAR un 2,9% más alto, 109,9 euros, teniendo en cuenta los hoteles en propiedad, gestión y alquiler.
El segmento urbano premium español ha aguantado bien la tensión generada por el conflicto político en Cataluña. La cadena destaca el desempeño de Barcelona Sky, “con un gran desempeño pese a que comenzó (en septiembre) la tensión en Cataluña”.
En cuanto al resto de Europa, Meliá destaca el buen desempeño de Alemania y Francia y confía en que la buena dinámica económica siga beneficiándolos. Además, pese al complicado panorama que se enfrenta en Reino Unido, lograron cerrar el trimestre con un aumento de 9,1% en el RevPAR. Se observa buena tendencia en este mercado y la cadena ha decidido seguir apostando por el país con una cuarta ubicación en el país. La nueva apertura, prevista para 2019, será en Newcastle bajo la enseña Innside.