El Banco Santander comenzará este jueves las negociaciones con los sindicatos para definir las cifras de afectador por el ERE tras la integración del Banco Popular. Se hará ya dentro del período de consultas que establece el Estatuto de los Trabajadores en casos de Expedientes de Regulación de Empleo.
Sobre la mesa sigue la propuesta de la entidad cántabra, que contempla la salida de algo más de 1.500 personas y la recolocación en otras empresas del grupo de 575 trabajadores. Cifras que para los sindicatos son excesivas, y esperan que en ese proceso de diálogo se puedan reducir las cifras de personal afectado.
Las negociaciones que arrancan este jueves se harán de forma separada para cada banco, dado que se trata de empresas distintas. Santander aplicará el ERE por causas organizativas, mientras que Popular lo hará por causas económicas.
En el caso de Banco Santander, las áreas afectadas -según explican los sindicatos- son los Servicios Centrales (Boadilla, Marpe y Mesena), el área de Recuperaciones y también las Unidades de Control de Red en distintas provincias.
Por parte de Popular las áreas afectadas son todos los servicios centrales en Madrid y Coruña, Auditoría, Recuperaciones, Servicios Centralizados y Prevención de Riesgos Laborales.
Las condiciones
Por el momento, y según confirman fuentes sindicales, se estudia un proceso de prejubilaciones que podrían comenzar en los 55 años. Algo que no está decidido, dado que es una propuesta de los sindicatos que el Santander estudia en este momento.
La intención inicial es la de ofrecer las mimas condiciones ofertadas en el último ERE de Santander, en el que las prejubilaciones se hacían efectivas a partir de los 58 años con el 80% del sueldo. Sin embargo, en Popular se aplicaba en 2016 otro ERE en el que el proceso de prejubilaciones era desde los 55 años con el 65% del salario.