Nuevo golpe a la credibilidad del sistema financiero. El Tribunal Supremo ha declarado nulas parcialmente las hipotecas multidivisa. Un varapalo que se ampara en la doctrina del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, y en cuyo fallo explica que “aunque este producto no se rija por la Ley del Mercado de Valores por no ser un producto financiero complejo”, eso no significa que “no sean un producto complejo a efectos de transparencia”.
De hecho, y a juicio de la Sala, esa falta de transparencia ha generado “un grave desequilibro” entre los clientes “en contra de las exigencias de buena fe”. Sobre todo, porque considera que un consumidor medio puede prever que las cuotas de una hipoteca multidivisa pueden subir por el efecto de la fluctuación monetaria. Sin embargo, “no ocurre lo mismo con otros riesgos asociados”.
Ese hecho fue el que produjo “que no pudieran comprar la oferta del préstamo hipotecario multidivisa con las de otros préstamos, agravando su situación económica y jurídica”, sentencia. Así que el Supremo considera que debe declarar su “nulidad parcial” y establece que queden como un “préstamo concedido en euros y amortizado en euros”, concluye.
Estudio caso por caso
¿Significa esto que todas las multidivisas quedan canceladas? La respuesta es no. Según explica el socio de Lean Abogados, Ignacio de Azúa, ahora los tribunales tendrán que estudiar caso por caso, porque “no son hipotecas accesibles para todo el mundo, ni por tipología de producto, ni por cantidades”.
La adecuación y la transparencia “dependerá del perfil del cliente y de la entidad financiera”, por lo que el camino que queda por recorrer será largo. Lo que está claro “es que existe falta de transparencia en la mayor parte de los contratos”, sentencia.
Los bancos más afectados
El letrado explica que este tipo de productos eran muy comunes durante la época de la burbuja inmobiliaria, pero que han ido perdiendo importancia en la cesta de oferta de la banca. Según cálculos de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) hay cerca de 70.000 contratos multidivisa firmados en España. La mayor parte de ellos firmados entre 2007 y 2012.
No hay estadísticas oficiales acerca de los tipos de hipoteca y el importe medio concedido por cada banco. Sin embargo, datos de Asufin relativos a 2016 indican que, según la Jurisprudencia disponible hasta entonces, el 34% de las multidivisas comercializadas corresponden a Bankinter. Le sigue con el 18% Barclays (que ahora es Caixabank) y Caixa Cataluña con el 17% (ahora BBVA).
De hecho, la sentencia que ha anulado el Supremo este miércoles corresponde a Barclays. Fuentes cercanas a la entidad explican que acatarán la sentencia y se encuentran analizando ya el impacto que puede tener en el resto de productos de este tipo que se comercializan.
Desde Bankinter prefieren no hacer comentarios ya que se trata de una sentencia que afecta a un competidor. Además, conviene tener en cuenta que -como explican desde Lean Abogados- habrá que analizar caso por caso.
¿Qué son las multidivisa?
Las hipotecas multidivisa son un producto que permitía adquirir un préstamo para la compra de vivienda denominado en una moneda extranjera, fundamentalmente yenes y francos suizos. Una buena opción en momentos de tipos de interés elevados, sobre todo si se hace en una divisa más débil que la local.
Si la economía no juega una mala pasada, puede que el nominal a pagar se mantenga. Sin embargo, si la moneda escogida comienza a apreciarse, podremos empezar a tener problemas.
¿El motivo? La denominación en moneda extranjera se produce en el principal, y se realizan ajustes continuos en función de la cotización. Además, el pago se tiene que hacer en la moneda escogida por lo que “los bancos cobran comisiones por el cambio de divisa, así como de los ajustes por la fluctuación monetaria”, explica De Azúa.
Por hacernos una idea, una persona que hubiera contratado en 2009 una hipoteca de 250.000 euros contratada en yenes, el cliente se encontraría con esta situación. Tras pagar cuotas durante ocho años, no habría visto reducida la deuda, sino que tendría que pagar 350.000 euros más, aproximadamente, por la revalorización del yen en los últimos años.
A partir de ahora todos estos préstamos quedarán reconvertidos a euros. Esto hará que los principales tengan que reducirse, lo que provocará una caída de los ingresos previstos por las entidades financieras afectadas para estos productos. Todo ello “al margen de lo que tengan que pagar” en concepto de devolución de cantidades excesivas abonadas por los usuarios.