Según informaron fuentes sindicales tras la reunión mantenida este martes, la dirección del banco cántabro se ha comprometido a analizar las peticiones de los sindicatos, que exigen rebajar las 1.384 salidas contempladas en el proceso y mejorar las condiciones económicas de las bajas incentivadas.
Santander trasladará una respuesta a los representantes de UGT y CCOO a este respecto en la reunión que ambas partes celebrarán el próximo jueves.
En el proceso de negociaciones, que concluirá el próximo 14 de diciembre, la dirección del banco ya accedió a rebajar en un 12,6% el número de salidas y a reducir la edad de los empleados que se podrán acoger a las prejubilaciones hasta los 55 años.
No obstante, tanto CCOO como UGT creen que el número de bajas sigue siendo excesivo y consideran que las condiciones económicas tanto de las prejubilaciones como de las bajas incentivadas son "insuficientes".
En lo referente a las prejubilaciones, Santander ofrece el 65% del salario para los trabajadores de entre 55 y 58 años y el 75% para aquellos cuya edad está comprendida entre los 58 y 61 años, además de una prima de 3.000 euros. Para los empleados con más de 62 años, Santander propone el pago de una anualidad más estos 3.000 euros.
En relación a las bajas incentivadas, el banco ha puesto sobre la mesa una oferta de 35 días por año trabajado con un máximo de 28 mensualidades más 500 euros por año completo de antigüedad y otra prima que oscila entre 3.500 y 25.000 euros, también en función de la antigüedad, para los trabajadores de entre 45 y 54 años. Hasta los 44 años, Santander ofrece las mismas condiciones, pero limita el número máximo de mensualidades a 24.
Fuentes de UGT reiteraron que las condiciones del ERE de 2016 en Santander son "el objetivo" en el proceso actual de negociaciones, por lo que el sindicato podría aceptar a una propuesta similar a la de entonces.
Este acuerdo contemplaba una indemnización de 40 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades para los trabajadores de entre 50 y 54 años con dos primas añadidas.
Una de ellas oscilaba entre los 4.000 euros para los trabajadores que contaran con menos de cinco años de antigüedad y de 30.000 para aquellos con más de 25. La otra contemplaba el pago de 2.000 euros por cada trienio cumplido en el banco.