La fusión entre Fluidra y Zodiac creará uno de los colosos mundiales del sector de las piscinas, con 5.500 empleados y presencia en más de 40 países. Y, al menos por capitalización, es carne de Ibex 35. La compañía contempla su entrada en el selectivo, pero para eso necesita tener más capital flotante. Eso no se producirá hasta el momento en el que el fondo Rhône Capital, máximo accionista del coloso resultante, salga de la compañía. Algo que se producirá de forma ordenada dentro de dos años.
Fluidra tiene motivos para el optimismo. Uno es el crecimiento de los dispositivos conectados, lo que ellos vienen a llamar el ‘Internet de las piscinas’, la capacidad de que todos los elementos de la piscina sepan cómo y cuándo entrar en funcionamiento e interactuar con el entorno y con el usuario. La segunda razón es que la fusión con Zodiac les hace más fuertes en un mercado como el de EEUU, que supone el 54% del mercado global y en el que las piscinas residenciales se cuentan por cientos de miles. Y no sólo eso: son viejas y necesitan renovaciones.
Cristina del Castillo, directora de relaciones con inversores de Fluidra, explicó a un reducido grupo de medios que, hasta la integración con Zodiac, la cuota de Fluidra en norteamérica es sólo del 7%. Pero que una vez que se cierre, se va a disparar hasta el 31% para todo el continente americano. La nueva compañía, en datos proforma, va a tener ventas de 1.269 millones, un ebitda de 210 millones y una deuda de 750 millones. ¿La mayor parte del negocio? El residencial, que le supondrá un 68%.
Quién tiene el control
Rhône controlará un 42% de la nueva compañía, con un 29% en manos de las cuatro familias fundadoras de Fluidra y otro 29% de capital flotante en el que ya se han fijado bastantes posiciones relevantes como las de Santander y Blackrock, que superó el 1% a finales de noviembre. Para Fluidra, una de las claves de ganar más tamaño es que podrá entrar en el objetivo de gestores de fondos que buscan compañías más grandes, con la ventaja de que muchos de estos buscan, además, gestores familiares.
Esto implica, según Del Castillo, que la compañía no cumple aún los objetivos de free float requeridos para entrar en el Ibex 35. Esto probablemente se producirá con la salida ordenada de Rhône, que a fin de cuentas es un fondo de capital privado de la que se espera que cuando acabe su compromiso, dentro de dos años, salga de la sociedad.
La compañía cree que los 35 millones de sinergias previstos vendrán de las concentraciones de centros y de la cadena de suministros, que con más volumen consigue más capacidad de negociar. Pero, en principio, no están previstas pérdidas de empleo, sólo consolidación de plantas y movilidad de trabajadores.
El consejo de administración estará formado por doce consejeros, cuatro independientes, cuatro de las familias fundadoras y otros cuatro de Rhône. El presidente de la compañía seguirá siendo Eloi Planes y el CEO será Bruce Brooks, que en 2018 se mudará a Sabadell. El director financiero será también de Fluidra: Xavier Tintore.
El dilema catalán
Fluidra lo tiene claro: Cataluña forma parte de España y nada hará que cambie eso. Todos los estudios que han contratado indican que habrá uno o dos meses de incertidumbre y que, a partir de ahí, no habrá “nada extraordinario”. "Todos los informes de juristas hablan de que habrá estabilidad jurídica y legal".
En todo caso, no es una compañía financiera sometida a regulación y Cataluña supone una parte marginal de sus ventas. Ni siquiera con el desafío soberanista han perdido ingresos: la campaña de venta de piscinas terminó mucho antes del 1-O.