Durante su comparecencia ante la comisión de investigación del Congreso de la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorro, Arribas ha lamentado que el Banco de España "no vio con buenos ojos" esta entrada de capital, por lo que considera que fue "una oportunidad perdida".
En ese momento, Banca Cívica era el resultante de la 'fusión fría' o SIP (Sistema Institucional de Protección) de Caja de Burgos, Caja Navarra (CAN) y Caja Canarias, "el más atractivo posible", ha defendido, a pesar de que en ese momento la integración interterritorial "se veía como políticamente inviable".
FALTABAN 200 MILLONES, UNA CANTIDAD "RELATIVAMENTE MENOR"
El primer 'test' de estrés realizado a Banca Cívica reveló un déficit de capital de 200 millones de euros en el peor escenario, una cantidad "relativamente menor", ha defendido, y al que se presentó "con puro capital y reservas de primer nivel". Todo ello porque, ha esgrimido, ni había contado con ayudas públicas, ni había emitido acciones preferentes, computadas como capital en los tests, como otras entidades.
El mismo día de la publicación de los resultados, Arribas ha asegurado que Banca Cívica contaba con la oferta de JC Flowers para entrar con el capital que, según el peor de los escenarios, la entidad echaría en falta, pero el Banco de España, ha asegurado, no lo permitió.
Al contrario, ha asegurado que como ya no podían optar a ayudas públicas para la fusión, el supervisor aconsejó una fusión con Caja Sol, que según estos 'tests', tenía una carencia de capital de 800 millones, lo que implicaba que se acabaría solicitando al FROB una ayuda pública de mil millones. En julio de 2011 la entidad salió a Bolsa y en marzo de 2012 acabó absorbida por Caixabank.