La expulsión de empresas de Cataluña debida a la deriva secesionista ha alcanzado un nuevo hito tras superar las 3.000 sociedades netas que han solicitado el inicio de los trámites para salir de esta comunidad autónoma. En total, a 27 de diciembre, 3.172 empresas pidieron salir a otro registro frente a las 171 que solicitaron entrar.
Antes de la vía unilateral del independentismo, liderada por Carles Puigdemont, Cataluña era la región en la que nacieron más empresas en 2016, con 22.157, y también en la que más aumentaron las constituciones con respecto al ejercicio anterior.
Los datos son del Colegio de Registradores Mercantiles de España, la entidad cuyo decano-presidente es Gonzalo Aguilera Anegón. Desde el 2 de octubre, el Colegio ha venido ofreciendo los datos de la jornada precedente, permitiendo hacer un recorrido sobre la evolución de la situación.
Cuando los soberanistas afirmaban, durante las elecciones, que sólo se habían ido 300 empresas de Cataluña, se referían a que sólo esas habían completado unos trámites que tienen una determinada duración y un plazo de tres meses. La web Maldito Bulo ofreció recientemente datos sobre qué empresas había completado todo el proceso en ciertos registros de destino.
Hasta ahora, ningún día han salido menos de 11 de empresas de Cataluña desde el 1-O. En los últimos días, con motivo de las fiestas, la salida se ha frenado ligeramente, si bien varios días se han producido más de una veintena de fugas.
Retrato de tres meses de exilio
Los datos de los primeros días de octubre, entre el 2 y el 9, sumaron ‘sólo’ 219 salidas. El día más negro fue el 19 de ese mismo mes, el último día del plazo fijado por Mariano Rajoy para que Puigdemont aclarase si había declarado o no la independencia. Salieron 268 empresas.
El 27 de octubre, el día de la declaración, se vieron obligadas a cambiar de sede social otras 140 compañías. El día que más empresas llegaron a Cataluña desde otro registro en todo este periodo fue el 25 de octubre: 9 compañías.
La media de salidas de empresas ha sido de más de 50 desde el 2 de octubre. La media de llegadas de compañías ha sido de menos de tres.
A pesar de que el impacto simbólico de estos cambios es enorme, apenas afecta a la recaudación. El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) recordaba hace pocas semanas que el peso sobre la recaudación es “prácticamente inexistente" salvo para los impuestos de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados en los casos en los que se produzcan ampliaciones de capital. Tampoco se prevé un impacto a corto plazo sobre las balanzas fiscales.