Llevaba Félix Abánades, el presidente de la inmobiliaria Quabit, dos años intentando que los fondos de inversión, además de ejercer de prestamistas interesados, confiaran en el plan de negocio de la promotora. Y parece que el empresario alcarreño ha logrado su objetivo tras la última ampliación, la enésima que, con diversos fines, se han llevado a cabo en los últimos años.
De esta manera, las dudas que sobrevolaban sobre el plan estratégico 2017-2022 han quedado notablemente disipadas. De acuerdo con ese plan, varias veces modificado desde 2015, Quabit -que tiene entre manos un proyecto de playa artificial- prevé facturar 1.915 millones en los próximos 5 años, gracias, básicamente, a la entrega de casi 8.000 viviendas.
De momento, la inmobiliaria cuenta con terrenos para 4.500 viviendas, mientras que tiene previsto invertir casi 700 millones para comprar suelo donde promover las 3.500 viviendas restantes.
Accionistas de postín
A resultas de la última de estas ampliaciones, a finales de diciembre de 2017, el banco suizo de banca privada Julius Baer, Cobas AM -la gestora creada por Francisco García Paramés-, y otros inversores cualificados han suscrito los 17,57 millones de nuevas acciones. Los algo más de 29 millones de euros aportados les ha servido para aglutinar el 15,88% del nuevo capital resultante de Quabit.
El accionista helvético llegaba al capital de la inmobiliaria presidida por Abánades a través de Kairos, la gestora italiana que acaba de comprar en su totalidad, al pagar 96 millones por el 20% que le faltaba.
Con el nuevo reparto accionarial, Julius Baer cuenta con el 5,92%. Algo menos, el 4,93%, acreditan los fondos controlados por García Paramés, en especial Cobas Selección, a través del que se vehicula el 3,07%. Además de estos fondos, también ha asomado por el capital de Quabit el promotor vasco Pedro Gaviria Alday, propietario de la inmobiliaria Ondobide, con casi el 3,83%.
Acciones revalorizadas un 35% en dos semanas
De momento, estas inversiones están resultando de lo más fructíferas. Pagaron las acciones a 1,65 euros, y desde que empezaron a cotizar el pasado 29 de diciembre no han parado de subir, hasta revalorizarse por encima del 35% tras el cierre de este viernes en 2,25 euros.
Para hacer hueco a los nuevos accionistas de Quabit, tanto Félix Abánades como la Sareb -el banco malo presidido por Jaime Echegoyen- han visto diluidas sus participaciones.
Dilución atemperada de Abánades
En el caso del empresario alcarreño, la dilución se veía un tanto atemperada. No suscribía ningún título de la última ampliación, pero sí la mayoría de las acciones de una triple ampliación por aportaciones no dinerarias realizada previamente, a principios de diciembre.
De los 15,77 millones de nuevas acciones, Abánades sumaba 10,41 millones a través de los activos aportados por Rayet, el grupo constructor e inmobiliario que controla al 100%.
Tras este trasiego, el presidente de Quabit se ha quedado con algo más del 24% del capital de la inmobiliaria cotizada, que suma un valor de mercado de casi 60 millones de euros.
También ha visto reducida su participación en Quabit la Sareb, del anterior 5,52% al actual 4,59%. En este caso, no ha movido un dedo para evitarlo.
Sareb, accionista por obligación y principal acreedor
Su presencia en el capital de la promotora, desde febrero de 2016, se produjo tras verse obligada a ejecutar 193,5 millones de acciones que la sociedad Martibalsa tenía pignoradas. Con este movimiento alcanzaba la Sareb el 7,7% de Quabit, reducido progresivamente hasta el actual 4,59% al no acudir a ninguna de las ampliaciones acometidas.
Además de accionista a regañadientes, la Sareb también es el principal acreedor de Quabit. De los casi 219,3 millones de euros de deuda bruta que contabilizaba a 30 de septiembre de 2017, casi 95 millones son de la sociedad presidida por Jaime Echegoyen.
El próximo vencimiento, de 1,9 millones, está fijado para el 31 de julio de 2018. El último, en julio de 2022, con un remate de más de 60 millones. No obstante, esta deuda puede verse reducida si, como recoge el acuerdo, se aplican quitas al realizarse amortizaciones anticipadas.