Se trata de la construcción de una línea elevada, de entre quince y veinte metros de altura, de tren automático sin conductor, que con sus 3,6 kilómetros de longitud interconectará y transportará a viajeros entre las cuatro terminales del aeropuerto, su aparcamiento y la parada de tranvía.
Con este proyecto, que debe estar listo en 2023, ACS y Hochtief refuerzan la destacada presencia con que cuentan en Norteamérica, actual primer mercado de la compañía por ingresos.
El grupo que preside Florentino Pérez consigue además este contrato mientras en España está pendiente de la OPA lanzada sobre Abertis, una operación estimada en 18.600 millones de euros, por la que compite con la italiana Atlantia.
ACS y Hochtief suman una participación del 36% en el consorcio adjudicatario del proyecto, que completan la constructora y Bombardier .
Esta multinacional canadiense suministrará los 44 trenes sin conductor que circularán por el aeropuerto, similares a los que operan en el de Madrid Barajas para unir la T-4 con la terminal satélite.