Durante los días previos a la resolución del Banco Popular, y mientras Deloitte analizaba la entidad, se hicieron numerosos requerimientos de información al banco, que no siempre fueron respondidos.
Así lo reconocen fuentes oficiales de la Junta Única de Resolución (JUR), quienes explican que se solicitaron numerosos datos, que no siempre son fáciles de extraer en un corto espacio de tiempo.
Eso explica, en parte, las carencias de información advertidas por Deloitte en su informe de resolución sobre el 'Popu', y que ha adelantado EL ESPAÑOL.
El papel de los tachones
Un documento que presenta numerosos 'tachones' que se explican, según estas fuentes, por la necesidad de proteger la estabilidad financiera.
Un argumento esgrimido hasta ahora para no proporcionar ninguno de los documentos utilizados para no hacer pública la información que llevó a la resolución del banco.
El cambio de actitud, forzado por el Panel de Apelaciones de la propia JUR, se debe también a otros factores. Y es que el banco ha superado sus problemas, se encuentra funcionando con normalidad y no existe tanto riesgo de afectar a la estabilidad del sistema financiero.
Toda la documentación que se ha publicado se ha hecho de acuerdo con las distintas partes implicadas. Entre ellas, el Santander y el propio Popular, que mostraron su disposición a publicar todo excepto las valoraciones que afectaban a las 'joint ventures' (tal como explicó Ana Botín) y también a la valoración, según fuentes oficiales de la JUR.
También el Banco Central Europeo (BCE) recibió consultas. Es el organismo que más se ha opuesto a la publicación de información, ya que no ha querido que se publiquen ni los esquemas de liquidez, ni la fuga de depósitos, ni los colaterales.