Movimientos incesantes los que mantiene BlackRock, el gigante estadounidense de la gestión riesgo, en el tramo final de la OPA de Abertis, con su presencia en el capital de los protagonistas, la empresa ‘opada’, en las dos sociedades interesadas (Atlantia y ACS-Hochtief), y en Cellnex.
La cuarta en discordia en esta operación por ese 34% de su capital que está en manos de Abertis, y que todo apunta a que, sea quien sea el vencedor de la puja, acabará siendo vendido. Actualmente, tras los últimos retrocesos, ese porcentaje tiene un valor de mercado de casi 1.552 millones de euros.
Ante la fase final de la OPA de Abertis
Por eso, ante el final de este culebrón, la macrogestora dirigida por Larry Fink quiere tenerlo todo atado y bien atado para sacar el mayor provecho posible a los 2.600 millones de euros de inversión conjunta en las 4 empresas.
En este sentido iría el último paso dado por BlackRock en Cellnex, de dejar de prestar acciones a los inversores bajistas para convertir esos instrumentos financieros en derechos de votos reales.
Cellnex cambia de presidente
La gestora siempre ha confiado en la operadora presidida por Francisco Reynés, quien, tras ser nombrado presidente de Gas Natural, dejará su cargo este jueves, previsiblemente en manos del consejero delegado, Tobías Martínez.
Entraba BlackRock en Cellnex en mayo de 2015, en la salida a Bolsa, cuando desembolsaba algo más de 200 millones de euros para hacerse con un paquete de 14,4 millones de acciones, equivalente al 6,21% de la operadora.
Hasta noviembre de 2016, la macrogestora estadounidense mantuvo intacta su posición en la operadora de telecomunicaciones. Pero en esa fecha comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dos detalles de su estrategia operativa con las acciones de Cellnex.
Que había vendido 760.000 títulos aprovechando que la operadora llegó a cotizar por encima de 17 euros, y que había puesto a disposición de los inversores bajistas más de 2 millones de acciones, obteniendo la ganancia correspondiente con los contratos firmados para el préstamo de estos títulos.
Esta operativa de BlackRock en Cellnex se sustanciaba en un trasvase creciente de derechos de voto reales a instrumentos financieros. Así, la gestora estadounidense acreditaba, el pasado 18 de enero, solo 11,2 millones de acciones contantes y sonantes, valoradas en esa fecha en algo más de 250 millones de euros. El menor número de derechos reales de Cellnex desde que iniciara su presencia en la operadora de telecomunicaciones, coincidiendo con su salida a Bolsa en mayo de 2015. Y, también, el máximo de acciones en préstamo, casi 2,64 millones.
Aumento de los títulos líquidos
Desde entonces, cambio de estrategia, para desandar el camino y convertir los instrumentos financieros en acciones reales. Entre el 25 de enero y el pasado 9 de febrero, BlackRock ha reducido en 490.000 las acciones de Cellnex destinadas a ser prestadas a los bajistas y, simultáneamente, aumentado en casi 590.000 los títulos que atesora para ser liquidados, si fuera necesario, de manera inmediata.
De seguir la tendencia en los próximos días, la gestora podría volver al punto de partida y atesorar otra vez casi 14 millones de acciones líquidas que, a los precios actuales, tienen un precio de mercado de casi 275 millones de euros.
Caída del 12,3% en Bolsa tras el máximo histórico del 5 de enero
El movimiento de BlackRock no ha pasado desapercibido en el mercado bursátil. Cellnex cerraba, el pasado 5 de enero, en 22,47 euros por acción, su máximo histórico con una capitalización de 5.206 millones de euros.
Se mantuvo en esos niveles hasta el 19 de enero, pero desde entonces -coincidiendo con el cambio de estrategia de la gestora estadounidense- la operadora, presidida por Reynés hasta mañana jueves, no ha dejado de caer.
Este martes, Cellnex echaba el cierre en 19,7 euros, dejando su valor de mercado en 4.564 millones, con una caída del 12,3% menos desde el máximo histórico del 5 de enero.