Es un mensaje que Ana Botín se esfuerza en repetir en cada una de sus intervenciones, intentando trasladar la filosofía del `Sencillo, Personal y Justo¿ a todo el Grupo, empezando por sus propios  trabajadores. ¿Para cumplir nuestra misión de contribuir al progreso de las personas y las empresas, estamos realizando una transformación que comienza en nuestros empleados¿. Una plantilla que, sin contar aún con las 1.100 personas que saldrán en el ERE por la integración del Popular, ascendía a cierre de 2017 a 202.251 trabajadores.

Tras recibir 965.828 curriculums y realizar 23.871 nuevas incorporaciones, el Grupo destinó el pasado año a todos sus trabajadores 12.047 millones de euros. Un gasto de personal que duplica los beneficios conseguidos en todo 2017 (6.619 millones de euros). Dentro de esta cifra se incluyen algunas partidas destacadas como los casi 100 millones de euros que fueron a parar a formación de los empleados, con una media de 39,6 horas por cada uno.

El 97% de ellos están en plantilla con un contrato fijo, según se desprende de los datos del último Informe Anual de la entidad. Y eso que es una plantilla joven. Con un 55% de mujeres y un 45% de hombres, el 45% de todos ellos cuenta con titulación universitaria y una edad media de 38 años, con una media de 10 años de antigüedad, según datos de un banco en el que de los 14 consejeros, 11 son externos y tres ejecutivos. El 36% son mujeres.

De esos 12.047 millones de gastos de personal, la entidad destinó a sueldos y salarios 8.879 millones de euros, mientras que 1.440 millones fueron a parar a gastos de seguridad social. Otros 88 millones se destinaron a dotación de fondos de pensiones, a los que habría que sumar los 271 millones de aportaciones. Los 1.369 millones de euros restantes los califican como ¿otros gastos de personal¿.

La Digilosofía y el `Sencillo, Personal y Justo¿ también tuvo un impacto de 757 millones de euros en gastos de publicidad el pasado año, frente a los 691 millones que el banco destinó a esta partida en 2016. En dietas y desplazamientos la cifra ascendió a 217 millones de euros, ligeramente inferior a los 232 millones del año anterior. Esto, sumado a otros gastos como el servicio de vigilancia (443 millones de euros), primas de seguros (78 millones), comunicaciones, informes técnicos y otra serie de gastos administrativos, contabilizaron un total de 8.343 millones de euros.

Impacto del Popular

De las cuentas anuales también se desprenden otros datos curiosos, como el dinero que ha empleado la entidad presidida por Ana Botín a los servicios de auditoría, en un año especialmente complejo en este apartado por el desarrollo de operaciones como la compra del Banco Popular y la posterior venta de buena parte de su ladrillo al fondo Blackstone. Por ejemplo, PWC se llevó el pasado año honorarios por 94 millones de euros por su trabajo como auditor externo del banco, que se sumarían alos 85,4 millones ingresados en 2016. En 2015, Santander llegó a pagar a Deloitte 118,2 millones.

Otro de los apartados que llama la atención en la Memoria Anual es lo que la entidad gastó en inmuebles, renovación de instalaciones y material. Santander destinó 1.931 millones de euros en este concepto, algo por encima de los 1.853 millones de 2016. En tecnología y sistemas la cifra ascendió a 1.257 millones, en línea con los dos años anteriores. Se espera que esta cifra aumente notablemente este año, con el traslado de la sede de Santander España (ahora en Mesena, antigua sede de banesto) al edificio que iba a ser el nuevo centro de operaciones del Popular, en la calle Juan Ignacio Luca de Tena.

La absorción del Popular también ha derivado en un ERE en el Grupo conjunto que afecta a 1.100 empleados de ambas plantillas, a través de bajas voluntarias y prejubilaciones. La estimación de prestaciones a pagar al 31 de diciembre de 2017 para los próximos diez años ronda los 808 millones de euros en 2018, los 703 millones en 2019, 610 millones en 2020, 523 millones en 2021, 449 en 2022 y 1.579 hasta 2027.

Del mismo modo, el importe de beneficios por las entidades asociadas al grupo ascendió en 2017 a 704 millones de euros. Al incremento de esa cifra respecto a los 444 millones del año anterior ha contribuido la inclusión de los 36 millones de euros aportados por Wizink, el negocio de tarjetas del Popular, y los 15 millones de Allianz Popular (el 40% que el banco resuelto mantenía en la gestora de fondos).

Del rojo¿ ¿al verde?

Entre las partidas más destacadas dentro de la Memoria Anual se encuentran los 183 millones de euros que la entidad destinó a inversión social, de los que 54 millones se dirigieron a programas para las comunidades y 129 a proyectos con universidades.

Del mismo modo, la entidad refleja en su informe cómo en 2017 logró disminuir  su consumo de energía un 4,4%, reduciendo las emisiones de CO2 en un 12,9% y el consumo de papel en un 11,6%. ¿La electricidad verde representa un 43% del total de la electricidad que se consume en el Grupo. En Reino Unido, Alemania y España  supone el 100%¿, indican desde la entidad.

También se destinaron 136 millones de euros nuevas líneas de financiación  con entidades multilaterales  para proyectos de eficiencia  energética y energías  renovables en España y Polonia, con el primer bono verde emitido  por el Banco en Polonia.

Como `contribución¿ también se pueden contar los impuestos que Banco Santander pagó el pasado año, por valor de 7.972 millones de euros, de los que 4.137 corresponden a impuesto de sociedades y 3.835 millones a pagos a la seguridad social a cargo del Banco, pagos de IVA no recuperables y otros impuestos.

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