Los contratos de venta de energía a largo plazo se han convertido en una de las herramientas clave del negocio en Estados Unidos de Iberdrola.
Los Power Purchase Agreement (PPA, por su sigla en inglés) son un contrato habitual en el mercado norteamericano: garantizan la rentabilidad de las instalaciones energéticas a largo plazo. Para los expertos, este tipo de contrato ofrece a los grandes consumidores de electricidad la posibilidad de contar con un precio competitivo de electricidad a largo plazo, al tiempo que cumplen con sus políticas medioambientales. Y en medio de este creciente interés de las empresas de reducir su impacto ambiental, Iberdrola tiene ya PPA en gran parte de sus instalaciones renovables en el mercado estadounidense, apuntalando sus ingresos futuros y dando estabilidad a sus inversiones.
A través de Avangrid, su filial en Estados Unidos, la energética española ha firmado varios acuerdos para la venta de energía a largo plazo que abarcan 815 megavatios (MW) renovables, tanto en plantas que ya tiene desarrolladas como en instalaciones eólicas y solares de nueva creación. Y, con el último contrato de suministro que ha firmado con Facebook, la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán casi sumará los 1000 MW para suministrar energía a largo plazo.
Facebook está construyendo un centro de datos en Nuevo México y quiere que la energía que alimente esta instalación sea 100% renovable. Para ello, ya se están construyendo tres plantas solares, pero sólo abastecerán a dos de los seis edificios que tendrá el complejo, por lo que necesita más energía.
Y aquí entra Avangrid. La filial de Iberdrola y otra firma de renovables, NextEra, se encargarán de construir los parques eólicos con los que se alimentarán estas instalaciones. Avangrid levantará un parque eólico de 166 MW en el condado de Torrance, cercano a otro de sus parques eólicos, el de El Cabo; NextEra una central eólica y una planta solar, de 50 MW cada una.
Aunque Avangrid no ha desglosado la inversión para este proyecto, se estima que tendrá un volumen similar al de El Cabo. Este parque eólico, tiene 142 turbinas de Siemens Gamesa y suministra energía a Southern California Edison. La inversión en este proyecto rondó los 500 millones de dólares, según los medios locales.
Pero además de la red social de Mark Zuckerberg, gigantes como Google, Amazon, Nike y Apple han llamado a la puerta de Avangrid.
El primero fue Amazon. En 2015, la compañía que dirige Jeff Bezos, firmó un acuerdo con Avangrid para construir el Amazon Wind Farm US East. Esta instalación, de 208 MW, fue el primer proyecto de energía eólica a escala industrial en el estado de Carolina del Norte. Entró en operación en febrero de 2017 y cuenta con 104 turbinas instaladas por Gamesa.
La filial verde de Iberdrola firmó también un acuerdo PPA con Apple que implica la construcción de dos nuevas instalaciones. Una es la central fotovoltaica de Gala, que empezó su operación el pasado octubre. Es la planta solar la más grande de Oregón, con una capacidad de 56 MW. La segunda instalación es un parque eólico, Montague, que se construirá también en Oregón y se prevé que empiece a funcionar en 2020 con una potencia de 200 MW. Iberdrola será la propietaria y operadora del parque y suministrará electricidad a Apple durante 20 años.
Con Nike tiene, desde 2016, un contrato de suministro de energía renovable de 10 años a través de dos parques eólicos que ya están en operación: Leaning Jupiter y Jupiter Canyon. Además, recientemente ha firmado otro acuerdo con la firma de moda deportiva para entregar 85 MW de energía del parque eólico de Karankawa, en Texas. Este parque, que tiene una potencia total de 285 MW y está previsto que empiece a construirse el próximo otoño, generará cuando esté en operación suficiente energía para abastecer a más de 75.000 hogares. La eléctrica había suscrito previamente un PPA por 200 MW de este proyecto con Austin Energy.
Y el gigante de Internet Google también ha recurrido a Avangrid para abastecerse de energía verde. En diciembre cerró dos contratos de suministro a largo plazo con dos parques eólicos de la filial de Iberdrola: Coyote Ridge y Tatanka Ridge, ubicados en el estado de Dakota del Sur. Estados dos nuevas instalaciones, cada una de 98 MW, producirán energía renovable equivalente al consumo medio anual de más de 50.000 hogares.
PPA, CASI UNOS DESCONOCIDOS EN ESPAÑA
Esta modalidad de contrato, tan aprovechada por las multinacionales estadounidenses, es casi un desconocido en España. Hasta el momento, sólo la portuguesa EDP ha firmado un contrato de compraventa de energía de este tipo con Calidad Pascual. El acuerdo, con una duración de cinco años, se cerró el verano pasado y entró en vigor el 1 de enero. Calidad Pascual, que enmarca este contrato en su plan de impacto medioambiental, compra energía eólica producida en los parques de EDP Renováveis a un “precio atractivo y estable”. Esto le permite, según indica, “planificar los costes y mejorar la visibilidad de los precios más allá del horizonte temporal del mercado”.
Con 8.000 MW renovables adjudicados y con obligación de desarrollar antes de 2020, los PPA se convierten en una herramienta clave en el sector para obtener una vía de ingresos que asegure los fondos para el proyecto. La aragonesa Forestalia, que acumula en cartera 1.500 MW eólicos, 316 MW fotovoltaicos y 108,5 MW de biomasa, también está negociando con Engie uno de estos contratos.
En este escenario, es probable que empecemos a ver más contratos PPA en España. Por el momento, gigantes de la distribución como IFA y Mercadona también están abiertos a este tipo de contratos para cumplir un doble objetivo: control de una partida importante de sus gastos fijos y cumplimiento de planes medioambientales. En el caso de IFA, que tiene más de 6.000 establecimientos en todo el país, ya ha abierto una convocatoria para contratar energía 100% renovable a largo plazo, como recogió El Confidencial. El grupo de Juan Roig, que también busca fórmulas de eficiencia para ahorrar coste, ha reconocido además haber recibido propuestas para concretar contratos PPA.