En este sentido, Qualcomm ha explicado que, en virtud de la nueva oferta, se reduce la condición mínima de licitación de las acciones en circulación al 70%, frente al 80% según los términos anteriores. La transacción se financiaría con una combinación de efectivo y deuda.
El año pasado, el fabricante con sede en San Diego acordó adquirir NXP por unos 38.000 millones de dólares (30.773 millones de euros). No obstante, algunos accionistas, liderados por el fondo de inversión activista Elliott Managament Corp, buscaban un mejor precio.
El grupo ha explicado que la revisión del precio se debe, entre otros aspectos, a la mejora del rendimiento reciente de NXP, a la su fuerte dinámica de mercado y las positivas perspectivas para varios de sus segmentos clave como el de automóviles, o a la alta confianza respecto a las sinergias de costes anualizados.
Según el consejero delegado de Qualcomm, Steve Mollenkopf, todos estos aspectos demuestran que la adquisición es una "propuesta de valor convincente para los accionistas".
El grupo ha subrayado que esta adquisición ha recibido la autorización antimonopolio de hasta ocho de los nueve organismos reguladores gubernamentales requeridos.
Sin embargo, todavía depende de la autorización del Ministerio de Comercio de China (MOFCOM), aunque "confía" en que la recibirá en el corto plazo.
Asimismo, el plazo de la oferta se modifica según el acuerdo revisado, por lo que el periodo de aceptación vencerá el próximo 5 de marzo de 2018.
Por otro lado, Broadcom, que persigue hacerse con Qualcomm por unos 121.000 millones de dólares (97.992 millones de euros), dijo en su última oferta que la compra estaba supeditada a que Qualcomm comprara NXP a 110 dólares por título.