La eléctrica EDP ha vuelto a arrancar la central térmica de Aboño 2 tras realizar una serie de mejoras técnicas y medioambientales para que funcione de forma más eficiente. La compañía ha invertido 10 millones de euros en varios proyectos de mejora para aumentar la flexibilidad de esta instalación.
Esta última parada se ha realizado entre el 21 de enero y el 6 de marzo, y la eléctrica ha aprovechado para realizar mejoras mecánicas, eléctricas y de revisión de equipos y sistemas, explicó en un comunicado. Los trabajos han implicado a más de 300 empleados de 20 empresas, principalmente asturianas, además de las 200 personas que trabajan diariamente en la central.
Uno de los proyectos más relevantes es una infraestructura que permite realizar los arranques del grupo con gas natural, lo que ha eliminado totalmente el fueloil como combustible en el grupo 2.
Para desarrollar esta mejora ambiental, EDP ha sustituido una parte de los quemadores de la caldera por otros nuevos que permiten quemar gas natural.
También ha construido un gasoducto de más de 300 metros y una ERM (Estación de Regulación y Medida), que es la instalación donde se produce la disminución de la presión del gas natural para que pueda quemarse en la caldera.
Además de ser una energía más limpia, el gas natural implica numerosas ventajas, tanto en la operación como en el mantenimiento de los equipos, destaca la compañía. "En comparación con el fueloil es un combustible más manipulable y, debido a que su combustión es más estable, facilita los arranques del grupo", agrega.
"Con la utilización del gas natural, Aboño mejora aún más su flexibilidad, lo que permite, además de quemar carbón nacional e importado, aprovechar energéticamente los gases siderúrgicos, como viene sucediendo desde 1975", indica. EDP es la primera compañía que utiliza este sistema para la fase de arranque en Asturias. La compañía lo ha puesto también en marcha en la central térmica de Soto de Ribera.
Los otros proyectos completados han consistido en la modernización de elementos vitales para el grupo, como la turbina de alta presión. La compañía ha instalado un nuevo conjunto de rotor y estátor. Esta mejora también influye de manera positiva en el capítulo ambiental, pues permite producir la misma energía eléctrica, utilizando un 4% menos de carbón.
EDP también ha modernizado el sistema de protección y el control hidráulico de la turbina principal, y el sistema de protección y control de las turbinas auxiliares. Además, la compañía ha realizado una revisión en detalle de una de las turbinas auxiliares, los sistemas de desnitrificación y desulfuración, así como de distintos
equipos auxiliares. Los resultados de estas inspecciones han sido satisfactorios.
UNA POTENCIA DE 550 MW
El grupo 2 de la central térmica de Aboño es el de mayor potencia de EDP en Europa (550 MW). En 2017 generó 4.226 gigavatios hora (GWh) en las 5.539 horas en las que estuvo en funcionamiento, lo que equivale al consumo anual de más de un millón de personas.
Esta inversión, que se suma a los 90 millones de euros invertidos en las plantas de desnitrificación de Soto de Ribera y Aboño, refuerza la apuesta de EDP por la generación con carbón para asegurar el suministro de energía eléctrica hasta que se disponga de fuentes alternativas de suficiente calidad y capacidad. Por ello ha preparado sus centrales para que puedan funcionar hasta 2030.
Con la implantación de estos proyectos, EDP ha invertido más de 200 millones de euros en la última década en mejoras ambientales en sus centrales de generación en la región. Este nivel de inversión, así como la eficiencia en la operación y el mantenimiento de los grupos, convierten a las centrales de EDP en las más eficientes y respetuosas con el medio ambiente del país.