Parece un tanto estrambótico que el máximo accionista de una empresa tire piedras contra su propio tejado, haciendo lo posible para que las acciones se metan en un bucle permanente, con subidas y bajadas, para que, al final, los títulos prácticamente se queden en el mismo sitio.
Raro, pero así es. Es lo que está ocurriendo con la estrategia que está llevando a cabo en la inmobiliaria Neinor el inversor judío de origen argentino, Zev Marynberg. Convertido en su máximo accionista, ya con el 28,67% de los títulos, y al filo del umbral del 30% que le obligaría a lanzar una OPA por la totalidad de la compañía presidida, de manera no ejecutiva, por el exsecretario de Seguridad, Ricardo Martí-Fluxá.
Un aumento exponencial de la participación en Neinor de Marynberg, a través del fondo de origen israelí Adar Capital Partners -domiciliado en el paraíso fiscal de las Islas Caimán-, que venía acompañado de un incremento vertiginoso de las posiciones cortas. Del 2% a ya casi el 9% en los dos últimos meses. Un capital que ya supera los 100 millones de euros.
5 millones de acciones cedidas a inversores bajistas
La razón de esta coincidencia viene determinada por la apertura, por parte de Adar, de instrumentos financieros futuros con parte de las acciones adquiridas. En concreto, un paquete de 5 millones títulos, equivalente al 6,43% del capital del fondo de Marynberg, que destinaba a alimentar a esos inversores bajistas.
Un repaso a la evolución de los movimientos a corto en Neinor, a través de las actualizaciones que cada dos semanas realiza la CNMV, sirve para comprobar que el aumento de estas posiciones especulativas se corresponde, casi de manera milimétrica, con esos 5 millones de acciones que Adar derivaba hacia esos instrumentos financieros.
La consecuencia de estos contratos de préstamo de acciones, firmados por Adar con fondos como Arrowstreet, JP Morgan, Marshall Wace, Worldquant y Numeric Investors, salta a la vista. Y no es otra que Neinor se ha quedado ‘anclada’ en su cotización en los 15 euros. Unos días por encima y otros por debajo, pero fijada en ese umbral.
Todos ganan. Los fondos a corto aseguran su negocio -el de vender a un precio las acciones prestadas y recomprarlas por otro, más barato, antes de devolverlas a su propietario-, y también lo hace Adar, a través del interés que cobra a estos fondos a corto por la cesión de los títulos.
Norges, el fondo noruego, también presta títulos
En esta operativa de prestar acciones de Neinor a los inversores bajistas, Adar no está solo. Otro inversor de campanillas, como es Norges -el mayor fondo soberano del mundo, con más de 800.000 millones de euros bajo gestión procedentes de las plusvalías obtenidas por Noruega de la explotación del petróleo y otras materias primas-, también ha estimado oportuno aumentar, de manera notable, las acciones a préstamo.
En el caso de Norges, y a diferencia de la estrategia seguida en Neinor por Adar, lo ha hecho trasvasando derechos reales a instrumentos financieros. Así, el pasado 14 de marzo comunicaba a la CNMV que había reducido las acciones, del 4,92% al 2,67%, y aumentado el capital a futuro del 0,14% al 1,9%.
Nuevos inversores tras el cambio de planes
Mientras estas operaciones especulativas se abren y se cierran, además de Adar otros inversores institucionales han decidido respaldar el renovado plan de negocio de Neinor, ahora más adaptado a la realidad del mercado tras reconocer que los iniciales planes de entrega de vivienda se iban a ver condicionados por el retraso en la concesión de licencias para iniciar las promociones.
El fondo Alken ha sido el último en entrar en la inmobiliaria que dirige, como consejero delegado, Juan Velayos. Lo hacía a mediados de del pasado mes de marzo para declarar una participación del 3,11% en el capital social de Neinor Homes, un porcentaje valorado en 38 millones en función de los 15,48 euros en que la inmobiliaria cerraba este viernes su semana bursátil. Similares números a los que acredita el banco suizo Julius Baer, a través de una de las sicav de su filial italiana Kairos.