Vodafone fue la única de las tres grandes operadoras que no presentó oferta por Bein Sports, el canal de Mediapro que emitirá la Champions League en exclusiva durante las próximas tres temporadas. Esto significa que formalmente la británica renuncia a emitir el principal campeonato de clubes de Europa desde el mes de septiembre, dando un giro importante a su política de contenidos audiovisuales.
Una nueva estrategia que pasa por quedarse fuera de la emisión de derechos deportivos premium, a pesar de la apuesta del resto de sus competidores. Este es un cambio radical en la política impulsada durante los tres años anteriores, en que junto a Movistar y Orange lo fiaron todo a los deportes de alta gama para aumentar sus abonados: Champions League, Liga española y Motor, todo junto. Ahora Vodafone se desmarca y se refugia en las plataformas de Internet como Netflix y HBO.
El objetivo de la compra de derechos deportivos era precisamente ganar abonados, pero además quitárselos a la competencia. Y las cifras de la CNMC indican que efectivamente ganaron clientes, pero sin desequilibrar la balanza del mercado. Al cierre del tercer trimestre de 2016 había seis millones de abonados, un año después 6,4 millones. En el caso de Vodafone pasó 1,2 millones de abonados a 1.357.669 en el tercer trimestre de 2017, el último dato disponible. En este mismo periodo Movistar ganó poco menos de 40.000 abonados y Orange mejoró en 123.000 clientes.
Sin fútbol Vodafone ganaría dinero
El problema es el coste que las operadoras tuvieron que pagar las operadoras por estos abonados. Durante un encuentro con periodistas en el Mobile World Congress el consejero delegado de Vodafone Antonio Coimbra reconoció que solo el fútbol le supone unos costes de 240 millones y que, juntando todos ingresos de todos los clientes que contratan este paquete, fibra y móvil incluidos, no superan los 200 millones de ingresos. Sin fútbol, ganaría dinero incluso si todos estos usuarios abandonasen la compañía.
Y siguiendo esta máxima el repliegue de velas empezó en marzo, con el comienzo inminente de la nueva temporada de motor. Según informó este periódico, la operadora confirmó que no emitiría los canales Movistar Moto GP ni Movistar F1, después de un año distribuyendo estos contenidos y tras pedir la mediación de la CNMC para obligar a Telefónica a compartir estos derechos. Luego vendría la Champions.
Actualmente a Vodafone solo le queda una temporada más de la Liga, aunque en algunas semanas comienza la puja de las siguientes tres temporadas del campeonato español. ¿Pujará? En la última reunión con periodistas, Coimbra dejó la puerta abierta aunque con una considerable rebaja en la factura que, de momento, no estaría dispuesta a asumir La Liga.
Netflix, HBO ¿y Amazon?
El consejero delegado de Vodafone admitió que los precios para hacer rentable el producto están más cerca de los 500 millones que de los 1.300 que quiere La Liga de Javier Tebas. Una diferencia que en estos momentos se hace insalvable. En el caso de Vodafone, el coste del fútbol es de aproximadamente veinte euros, y sólo para llegar a amortizar este precio deberían cobrar, al menos, entre cincuenta y sesenta euros, un precio que hasta el momento no han trasladado al usuario.
Es por ello que la nueva estrategia pasa por acuerdos con plataformas de contenidos con las que comparta los costes y se repartan los ingresos de suscripción. En esta línea, Vodafone fue la primera teleco en España en incorporar Netflix a su oferta en octubre de 2015, al mismo tiempo que la plataforma desembarcaba en España. Un año después hacía lo mismo con HBO que desembarcaba en nuestro país de la mano de la operadora.
Con Netflix y HBO en su catálogo se aseguran tener a disposición de los usuarios las mejores series del momento y muchas de las películas de estreno de la mano de su servicio de taquilla. Ello se suma a otro centenar de canales de televisión de pago con las temáticas más diversas. Pero hay más. El objetivo de Vodafone es incorporar también Prime Video y para ello negocia con Amazon la incorporación de su paquete de contenidos.
¿Por qué plataformas de internet en vez de deporte?
Estamos hablando de dos modelos distintos de comercialización. Mientras el fútbol y la F1 exigen un pago inmediato por derechos, las plataformas como HBO y Netflix solo recaudan por abonado conseguido, lo que supone un menor impacto económico para el distribuidor de televisión.
¿Movimiento inteligente? Desde el punto de vista financiero, Vodafone tendrá un alivio en sus cuentas, pero podría experimentar una caída de abonados en su oferta televisiva. Todo dependerá de los servicios que ofrezca a cambio y probablemente de las ofertas que presenten el resto de las operadoras, lo que pasa básicamente por si definitivamente Movistar u Orange se quedan con el fútbol.
De momento, la televisión de Telefónica ha renovado la Fórmula 1 por las siguientes tres temporadas y espera hacer lo propio con Moto GP. En el caso del fútbol sigue en la subasta de la Champions League y no se ha pronunciado respecto de La Liga.
Su otra apuesta es por el contenido y las series propias, el verdadero valor diferencial que quieren aportar a sus abonados. En el caso de Orange han dicho públicamente que si al menos uno de sus competidores tiene fútbol, ellos también lo tendrán. Estrategias divergentes. Veremos los resultados de cada uno.
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