La empresa ha confiado en que la venta podría materializarse en los próximos meses, tal y como ha comunicado Toys R Us Iberia al Comité Intercentros.
Asimismo, la filial española de la multinacional de juguetes está poniendo en práctica en todos los establecimientos una política de contención de gastos.
Precisamente esta semana, el juzgado de lo Mercantil número 7 de Madrid ha declarado el concurso de acreedores de Toys R Us Iberia Real Estate, perteneciente a Toys R Us Iberia y sociedad tenedora de 26 inmuebles propiedad del grupo, con un 'agujero' patrimonial de 630 millones de euros.
En concreto, según el auto dictado, la filial inmobiliaria de Toys R Us Iberia presenta un pasivo de 781 millones de euros y un activo de 150,85 millones de euros, sin perjuicio de lo que definitivamente establezca la administración concursal.
Según se desprende de las alegaciones de la concursada, el grupo Toys R Us está inmerso en una crisis a nivel mundial, por lo que tuvo que acudir a los mercados para obtener liquidez, lo que se plasmó en la suscripción de ciertos contratos de financiación por un importe de 957 millones de dólares (773 millones de euros), en los que Toys R Us Iberia Real Estate actuó como garante solidario.
El juez considera que la sociedad deudora carece de liquidez suficiente para hacer frente a sus deudas a corto plazo, por lo que se encuentra en "situación de insolvencia inminente".
Toys R Us Iberia Real Estate solicitó el pasado 20 de marzo la declaración de concurso de acreedores con el objetivo de preservar sus activos inmobiliarios y avanzar en las gestiones para la eventual adquisición del grupo en España y Portugal.