Anticiparon un "vuelco vertiginoso" y las cuentas lo han confirmado. El grupo Globalia cerró 2017 dando la vuelta a los números rojos de los dos ejercicios anteriores: ganó 16,5 millones impulsada por el crecimiento de Air Europa, su aerolínea, y de su cadena hotelera Be Live Hotels.
La facturación también mejoró en 2017. Según Juan José Hidalgo, presidente del grupo turístico, los ingresos avanzaron un 3,5%, hasta los 3.667 millones. El beneficio bruto de explotación, en tanto, se situó en 102 millones, en línea con el ejercicio anterior.
Hidalgo subrayó que este resultado se debe a la buena marcha de Air Europa y del importante crecimiento de su hotelera, Be Live, y del segmento de servicios terrestres aeroportuarios Groundforce.
Globalia está en medio de un proceso de crecimiento muy intenso, explicó Hidalgo, apoyada tanto en la operación de Air Europa -gracias a los nuevos aviones que van sumando a su flota y las nuevas rutas-, así como en el crecimiento internacional del segmento hotelero. El año pasado, la cadena Be Live alcanzó un beneficio neto cercano a 20 millones, un incremento de un 20% respecto a 2016. Y las perspectivas para este año son buenas: un crecimiento de un 12%, hasta los 22.400 millones.
"Siempre que aparezca alguna oportunidad la vamos a aprovechar. Nuestra clara intención es seguir creciendo pero con cabeza, y haciendo las cosas con sentido común", aseguró en una entrevista a Europa Press realizada durante la inauguración de un nuevo hotel de su división hotelera Be Live Hotels en Marrakech, segundo en la 'ciudad roja' y tercero en el país.
Por el contrario, Hidalgo reconoce que la división minorista (integrada por Viajes Halcón y Viajes Ecuador, entre otras) no ha crecido al mismo ritmo en el último año.
Más capacidad, pero sin nuevos encargos
En cuanto a Air Europa, Hidalgo reiteró que la intención de la compañía es crecer sobre todo en el plano internacional. El grupo sigue estudiando nuevas rutas hacia las ciudades latinas que aún no conecta, como Panamá, México, Santiago de Chile o Río de Janeiro.
La compañía, que el pasado mes de febrero dio la bienvenida a un Boeing Dreamliner 787-9, está renovando su flota de largo y medio radio. La llegada de los nuevos Boeing le ha permitido incrementar su capacidad y las rutas que realiza.
Aunque quieren seguir creciendo, no valoran por el momento hacer nuevos pedidos de aviones de largo radio, pero sí podrían modificar el que ya tienen comprometido con Boeing y cambiar las últimas unidades que quedan por llegar del 787-9 por el modelo 787-10, que cuenta con 50 plazas más (400 pasajeros), y podrían utilizar en rutas con alta demanda como Buenos Aires (Argentina).
La compañía sigue mirando hacia Asia, tienen claro que "hay que volver" a China. Para ello, según Hidalgo, se necesita, primero, "un buen compañero de viaje", un aspecto en el que de momento "parece ser que se está caminando bien" y, segundo, es contar con una flota amplia para poder atender a este mercado que al tener rutas más largas puede requerir un número más grande de efectivos tanto de aviones como de personal.
El presidente de Globalia acusa la falta de espacio en las terminales 1, 2 y 3 de Madrid-Barajas, donde opera Air Europa. "Se han quedado pequeñas", asegura. "Ahí es donde estamos sufriendo para el crecimiento, nos hacen falta más pasarelas o 'finger', ya que algunas veces no tenemos suficientes y operar en remoto es un problema", explicó Hidalgo.