Un hotel que es también una galería de arte. Un establecimiento discreto, bien situado, que juega cómodo en el concepto boutique y busca dar a sus huéspedes -de ocio y de negocios- una experiencia de primer nivel. Así es el primer hotel que la cadena The Pavilions Hotel & Resorts ha inaugurado este miércoles en España, en el centro de Madrid.
La capital española se perfilaba como “un destino natural” para la cadena, subraya su fundador y CEO, Gordon Oldham. Este abogado y filántropo insiste mucho en la filosofía de la hotelera, centrada en la calidad de servicio, el estilo y la pasión por descubrir el arte y la cultura de cada país. La clave de este hotel es, precisamente, contar con una alianza con la Galería Álvaro Alcázar que le permite exponer y vender las casi 100 obras que decoran tanto las zonas comunes y como sus 28 habitaciones.
Para su aterrizaje en España valoraron activos en Madrid y Barcelona, pero la capital se llevó el gato al agua porque jugaba con precios más bajos en ese momento, comenta el CEO de The Pavilions a EL ESPAÑOL. La incertidumbre política no tuvo nada que ver en la decisión, matiza, ya que se tomó mucho antes de que el independentismo hiciera mella en el sector turístico catalán. Sí reconoce que en “Barcelona la oferta hotelera es más amplia”, pero eso ofrece “nuevas oportunidades en Madrid”.
The Pavilions compró el ADR Hotel Amador de los Ríos a la familia Gutiérrez-Herrero hace dos años. Se trataba de un pequeño hotel familiar, a unos pasos de la plaza de Colón y del Barrio de Salamanca, que abrió sus puertas en 2005 y pudo capear los años de la crisis con dignidad. Al cargo en los últimos años estaba Enrique Gutiérrez-Herrero. Cuando la compañía de Oldham adquirió el inmueble contó con él para continuar al frente del establecimiento.
El pasado mes de julio cerró sus puertas para una reforma integral de su interior, la fachada no se ha modificado por normativa municipal. Desde la hotelera se muestran muy satisfechos con el resultado de la obra. Han sido nueve meses “duros”, comenta a este periódico Gutiérrez-Herrero, pero el resultado lo ha merecido. El antiguo ADR pierde una habitación y queda configurado con 25 dobles -algunas de ellas adaptables para alojar a un niño- y tres suites repartidas entre la primera y sexta planta del edificio.
La mayoría son exteriores, con vistas hacia la plaza de Colón y la tranquilidad de la calle Amador de los Ríos. La decoración es sobria, moderna, “pero sin ser fría”, subraya el director del hotel que hace hincapié tanto en el espacio de los baños -donde han instalado jardines verticales para dar luminosidad y calidez-, como en los lujosos amenities de La Chinata y la domótica con que se equipan.
En la última planta han instalado un gimnasio con pérgola que permite a los huéspedes ejercitarse al aire libre si el tiempo acompaña y han acondicionado una sala de reuniones con amplia terraza que ponen a disposición tanto de externos como de sus clientes -sin coste adicional en este caso-. “La idea es llegar a ofrecer cenas en este espacio”, indica Gutiérrez-Herrero.
El hotel está abierto al público desde este miércoles y el precio de las habitaciones oscila entre los 165 y 375 euros. ¿Cómo van las reservas? “Poco a poco”, apunta su director, que indica que están anunciándose a través de las agencias de viaje online como Booking o Expedia.
Planes de expansión
The Pavilions crece de forma orgánica. Tiene todos sus hoteles en propiedad y se encarga de la gestión. El CEO no quiere comentar lo invertido para llegar a España, pero dan una referencia: se han gastado una media de 150.000 euros en la reforma de cada habitación, es decir, unos 4,2 millones a los que habría que añadirle el valor del inmueble y la reforma del resto del hotel. Fuentes del mercado consultadas por EL ESPAÑOL estiman que, a precios de mercado de 2016, The Pavilions pudo pagar entre 4 y 4,5 millones por el hotel, quizá un poco menos, teniendo en cuenta la reforma que era necesario realizar.
La hotelera, con sede en Hong Kong, llega a España en un momento dulce para el turismo -con 8,3 millones de visitantes internacionales hasta febrero- y con Madrid ganando enteros como destino de inversión.
De hecho, su desembarco coincide con el de otras grandes hoteleras internacionales que se enfocan al segmento del lujo, como Four Seasons que abrirá el próximo año en Canalejas su primer hotel en España, la reapertura del Ritz reconvertido en Mandarin Oriental o el W de Madrid, el segundo de la cadena Starwood en España. ¿Preocupa esta competencia por el cliente de lujo? "No sólo no nos preocupa, creemos que es algo positivo. Atrae al público y pone en el foco un destino", señala Oldham.
El fundador de The Pavilions señala que tienen claro "cuál es su público y lo que busca, y no es lo mismo que lo que ofrecen otros grandes grupos que están desembarcando en Madrid". "Hay mercado para todos y lo importante es que un destino tan atractivo como Madrid una oferta hotelera adecuada para cada público", sostiene.
¿Veremos nuevos Pavilions en otras ciudades españolas? “No funcionamos como una gran empresa al uso”, señala Oldham. No hay un plan de expansión que cumplir, se rigen por “las buenas oportunidades que surgen en destinos que nos resultan interesantes”, añade.
La hotelera está “apostando por la expansión en Europa a través de una línea de hoteles urbanos”, indica haciendo la diferencia con los lujosos resorts que tiene la compañía en Asia. Para estos hoteles lo que prima es la ubicación. Eso sí, no se descarta crecer en España siempre que surja una “oportunidad interesante”. Aun así, “España tiene una costa maravillosa, pero no está en sus planes a corto o medio plazo”, matiza.
Las próximas aperturas que tiene previstas The Pavilions serán el complejo de villas de lujo de esquí en Niseko, en Japón, y la apertura de un hotel en Lisboa, donde han adquirido un palacete que todavía tienen que poner a punto.