En la junta han estado representados 328 accionistas, el 27,3 % del capital, y durante la misma Pedro Matías, en representación de Estudio Fondo, ha cuestionado esta tercera ampliación de capital que acomete la compañía, tras la primera que hizo tras la aprobación del plan de viabilidad en 2014 después del acuerdo con la banca que le permitió salvar el concurso de acreedores, a la que se sumó otra.
El presidente de Sniace, Blas Mezquita, ha explicado que el retraso que hubo en la primera ampliación de capital, que tardó once meses en prepararse y salir, y que finalmente se realizó en 2015, por un importe de 15,6 millones, retrasó la financiación de pagos y esos retrasos generaron distorsiones en el calendario financiero, por lo que hubo que hacer otra en abril de 2017, por valor de 11,7 millones.
Mezquita ha explicado que, después de conseguir reanudar la actividad en todas las plantas de Sniace, la última en diciembre del año pasado, hacia falta una nueva herramienta para dar "perspectivas de futuro" a la compañía y generar un ebitda superior que permita afrontar los pagos del convenio de acreedores con más holgura.
Para conseguir ese incremento del ebitda, ha dicho que hay que hacer inversiones para ahorrar en costes y entrar en la fabricación de productos y en mercados con más valor añadido.
En este sentido, ha señalado que en la fábrica de fibra viscosa, que reanudó su actividad en diciembre pasado tras permanecer parada desde julio de 2013, se harán nuevas inversiones para fabricar una fibra especial que se utiliza como materia prima para toallitas desechables y que se vende al doble de precio que otras fibras.
Blas Mezquita ha manifestado también que los accionistas que acudieron a las anteriores ampliaciones de capital "han hecho un buen negocio", pues el precio de la acción era de 0,10 euros y nunca han estado por debajo, y ha vaticinado que también lo harán los que acudan a la tercera.
Ha indicado que si no se hiciera esa ampliación de capital, "habría que dar la vuelta al tema porque necesitamos incrementar ebitdas", pero la confirmación de que los dos mayores accionistas de la compañía -Félix Revuelta (presidente de Naturhouse) y Sabino García Vallina (presidente de la ingeniería gijonesa TSK)- concurrirán garantiza su éxito.
Por otra parte, durante su intervención inicial el presidente de Sniace, compañía que cerró 2017 con unas pérdidas de 3,8 millones de euros frente a 7,9 millones el año anterior, ha indicado que en este primer trimestre de 2018 no habrá beneficios, pero sí en el segundo, cuando ya estarán al 100 % de actividad todas las instalaciones.
En este sentido, ha indicado que el objetivo es alcanzar el 100 % de actividad productiva en el conjunto de las plantas en dos o tres meses y ha afirmado que será un hito importante porque permitirá diluir los costes fijos.
Ha señalado que del éxito del plan estratégico dependerá que la empresa pueda entrar en nuevas líneas de negocio y nuevos mercados, y ha añadido que el grueso de las inversiones del plan, que en total ascenderán a entre 15 y 17 millones, serán para la fábrica de viscosa, en la que se invertirán entre 12 y 13 millones.
Otro objetivo del plan es la reducción de la deuda de Sniace a 2,6 veces el ebitda, lo que, según Mezquita, permitirá acometer proyectos más ambiciosos en el futuro.