Mientras el Gobierno deshoja la margarita sobre la mejor fecha para proteger al taxi con un Real Decreto, la tensión entre taxistas y las empresas con licencia VTC -las que usan empresas como Uber- va en aumento. Los enfrentamientos han venido siendo una constante en los últimos meses, y el último capítulo ha tenido lugar este jueves en Barcelona.
Ha ocurrido en Barcelona, en la parada que está en las puertas del Hotel Apolo. Allí un taxista ha increpado a un conductor de Uber por estacionar su vehículo ocupando parte de una parada; un lugar en el que tienen prohibido para las VTC.
Una bronca que ha terminado en un enfrentamiento a gritos en plena calle, y con el conductor de la multinacional tratando de quitar el móvil de las manos al taxista.
No es la primera vez que ocurren acontecimientos de este tipo. Taxistas y empresas de alquiler con conductor llevan meses denunciando agresiones mutuas. Una señal de lo ‘caliente’ que está el sector.
Este capítulo llega mientras se espera que el Gobierno apruebe el decreto por el que se fijará el número de licencias VTC que puede haber por cada una de taxi. Una ratio que se fijará en la que hay actualmente, que es de una por cada 30.
Un Real Decreto que posteriormente tendrá que ser aprobado por el Congreso, en donde parece que los partidos se muestran partidarios de apoyar al Ejecutivo en defensa del sector del taxi.
El texto contendrá medidas también para garantizar la llamada habitualidad. El número de servicios que un coche con licencia VTC puede realizar fuera de la Comunidad Autónoma en la que fue concedida. Un porcentaje que se establece en que tan sólo pueden efectuar el 20% de los viajes fuera de su autonomía.