Bank of Montreal roza el 4% de Hispania a las puertas de la opa de Blackstone

El refuerzo de cartera de Bank of Montreal ha llegado justo antes de que Blackstone haya formalizado su oferta por el control de Hispania. En la cartera de la entidad canadiense figuran 5,33 millones de acciones de la inmobiliaria española. Un paquete que a precios de mercado (17,59 euros por título) alcanzaría una valoración de 75,6 millones de euros y que si se vendiera según los términos planteados en la opa (17,45 euros), se quedaría en 6,2 millones.

Se trata de la posición más abultada adquirida por Bank of Montreal en el capital de Hispania, en el que está presente desde noviembre de 2016. Entonces declaró una participación del 3,27% a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), un paquete que no ha hecho más que crecer desde entonces y según las actualizaciones que ha remitido al supervisor en este tiempo.

Este incremento de cartera se produjo el pasado 18 de abril, según consta en los documentos remitidos a la CNMV. Es así que se produjo solo una semana después de que la gestora Sand Grove Capital se descubriese con un 1,03% del capital de Hispania. Este fondo, domiciliado en las Islas Caimán, ha anunciado la titularidad de 1,12 millones de derechos de voto de la socimi a través de instrumentos financieros.

Por su parte, BlackRock se ha abonado a pequeños movimientos de capital con los que aprovechar la volatilidad de la que goza Hispania desde que su consejo de administración anunció la búsqueda de ¿alternativas¿ para generar un mayor valor a sus accionistas. Así, en las dos semanas que cuentan desde el anuncio de la opa, el fondo estadounidense ha notificado siete cambios de participación. Siempre apenas unas milésimas de variación en su cartera en torno a la cota del 4%.

Blackstone ha presentado este lunes a la CNMV la solicitud de autorización para su oferta por la socimi, a la que otorga un valor de 1.905 millones de euros. Actualmente, su capitalización supera por poco los 1.920 millones. Ahora el organismo supervisor debe analizar si admite a trámite la pugna y, en su caso, analizar la documentación aportada para incluir las correcciones o mejoras que la institución considere oportunas o bien el fondo inversor abandone su plan.