La presidenta del Banco Santander se ha posicionado contra la sentencia de la Manada. Lo ha hecho en Twitter a través de un mensaje en el que Ana Botín señala que la decisión judicial "supone un retroceso para la seguridad de las mujeres". Unas palabras que se suman a la indignación generalizada que ha provocado el fallo en el que se condena por abuso sexual al grupo que violó a una joven de 18 años hace dos años en Pamplona.
Junto a su posición sobre lo ocurrido en el caso de la Manada, la presidenta del Santander enlaza una artículo del Washington Post. Se trata de un texto escrito por un psicólogo de la Universidad de Harvard, James W. Hopper, en el que se analizan las cosas por las que, en muchas ocasiones, las víctimas de una violación no plantan cara a sus agresores.
El texto data del año 2015 y concluye que la posibilidad de "quedarse paralizado es una respuesta del cerebro al peligro, sobre todo ante el ataque de un depredador sexual". Según el psicólogo, la reacción es una "respuesta del cerebro que deja el organismo en estado de vigilancia" ante los ataques que recibe. Sin embargo, y pese a que el cuerpo está listo para luchar o huir "no ocurre ninguna de las dos cosas".
A partir de este momento, explica Hopper, se liberan "sustancias químicas del estrés" en la corteza pre frontal, la región del cerebro que permite pensar racionalmente. Esto hace recordar que la puerta está abierta, o que hay gente en la otra habitación. Sin embargo, "a pesar de nuestro rol dominante ahora actuamos como presas y detenernos a pensar es fatal".
Para el psicólogo la opción de pensar racionalmente ante una situación de estrés requiere de un gran entrenamiento, y lo compara con el que hacen los militares para salir al campo de batalla. Sin embargo, la ausencia de dicho entrenamiento hace que no haya una respuesta lógica ante una situación de peligro ante un abuso sexual.
Una vez que el cuerpo percibe que no hay escapatoria, se prepara para una "actitud pasiva" en lo que los expertos denominan como "respuestas de defensa animal". Y una de esas respuestas es la "inmovilidad tónica". En ese momento el cuerpo está paralizado por el miedo, es incapaz de moverse, hablar o gritar, relata el especialista.
No es la primera vez que la presidenta del Banco Santander se refiere a cuestiones sociales en su cuenta de Twitter, que abría el pasado mes de febrero. También lo hacía durante las últimas manifestaciones del pasado 8 de mayo reclamando igualdad entre hombres y mujeres. Aquel día Ana Botín tuiteaba que "la maternidad penaliza, no es un mito".