Endesa quiere la energía nuclear en el actual 'mix' de generación. Ahora mismo, "no hay alternativa" a esta tecnología para garantizar la seguridad de suministro y cumplir el objetivo de emisiones contaminantes que marcan los compromisos europeos, ha afirmado el consejero delegado de la eléctrica, José Bogas.
El ejecutivo reconoce que los ingresos actuales de las centrales nucleares "son muy bajos". Aun así, son suficientes. "No es un activo muy rentable, pero es un activo que genera beneficios", ha apuntado durante la conferencia con analistas para presentar sus resultados del primer trimestre del año.
Según Bogas, sus nucleares tienen unos costes fijos superiores a 41 euros por megavatio hora (MWh), a los que hay que añadir un variable de unos 24 euros por MWh. Los impuestos se comen alrededor de la mitad del variable, unos 12 euros. En este contexto, la nuclear ofrece un beneficio bajo.
La queja sobre la elevada fiscalidad de las nucleares no la levanta Endesa en solitario, lo dice también Iberdrola -aunque para la eléctrica vasca su operación no es rentable como han dicho en más de una ocasión-, y lo apoyan desde el lobby del sector, Foro Nuclear. La clave en esta postura polarizada aun siendo socios en varias plantas nucleares está en el tiempo en que cada eléctrica amortiza los activos: en el caso de Endesa, lo hace a 50 años frente a los 40 de Iberdrola, con lo que le bastan ingresos más bajos para lograr beneficios.
Incluso el reciente estudio que elaboró la Fundación Faes sobre las 'Claves de Éxito de la Transición Energética' se alineaba con las demandas del sector y veía necesario encontrar una solución para que la operación sea rentable si se quieren mantener abiertas las centrales.
De cara a la próxima década, en plena transición energética, las renovables van a ganar protagonismo, reconoce Bogas, pero en el corto plazo "no hay alternativa" a la nuclear. Para 2030, agrega, todavía será fundamental contar con esta tecnología o "será imposible cubrir la demanda y no se podrán cumplir los objetivos de emisiones".
Por esta razón, si se quiere alargar la vida de las centrales más allá de los 40 años que están a punto de cumplir, es necesario subir la remuneración, ha defendido Bogás.
"Esto es importante para nosotros para seguir con la operación, pero hay que tratar de mejorar la rentabilidad", ha señalado el ejecutivo subrayando que no ven problema de cara a la próxima década aunque ven necesario "tener precios más elevados por MWh".
Otro argumento que ha dado el CEO de Endesa para prolongar la vida de las centrales -en línea con lo que pretende hacer el Gobierno-, es tapar el agujero que tiene el fondo de Enresa para pagar la gestión de residuos hasta el año 2080. En su opinión, los 9.000 millones que estima la empresa pública que costaría esta gestión de residuos en las próximas décadas es más elevado de lo que finalmente supondrá.
La energía nuclear representa un 15% de la potencia instalada de Endesa y fue la tecnología que más aportó a su producción en el primer trimestre con más de un tercio del total.