Se trata de la primera vez que el grupo que preside Rafael del Pino contabiliza pérdidas desde las que se anotó en 2008, también por el negocio en Reino Unido, en esa ocasión por el impacto de una reforma fiscal del país, y en 2009, por un efecto contable tras vender el aeropuerto de Gatwick.
En este caso, los 'números rojos' son consecuencia de la decisión de la compañía de cubrirse ante las posibles consecuencias que puedan derivarse del referido contrato de Birmingham, tras perder el último juicio del contencioso que tiene abierto con el Ayuntamiento de esta ciudad para dirimir sobre las diferencias que mantienen respecto las inversiones asociadas al proyecto.
El origen de la desacuerdo entre Ferrovial y la ciudad inglesa reside en el "alcance de los trabajos" a ejecutar por la compañía española en el marco del contrato de mantenimiento y gestión de carreteras de Birmingham que logró en el verano de 2009 por valor de unos 3.000 millones de euros.
Ferrovial asegura que, en caso de descontar esta desinversión, sus cuentas trimestrales presentan un beneficio neto de 76 millones euros, importe incluso un 3,3% superior al del año anterior.
No obstante, los resultados de la compañía se vieron asimismo afectados por la conclusión de los contratos de gestión de centros de inmigración de la filial australiana Broadspectrum y el descenso de actividad en Reino Unido, el primer mercado de la compañía por detrás de España.
El grupo de construcción, servicios y concesiones no pudo compensar totalmente estos impactos con los 108 millones de euros que cobró como dividendo de sus 'joyas de la corona', sus participaciones en la autopista canadiense ETR 407, el aeropuerto londinense de Heathrow y otros tres aeródromos británicos.
De esta forma, la cifra de negocio de Ferrovial descendió un 6,3% entre los pasados meses de enero y marzo, hasta situarse en 2.704 millones, y el beneficio bruto de explotación (Ebitda) también fue negativo, en 75 millones.