Durante la Junta de Accionistas que se ha celebrado en Madrid, el nuevo rumbo de las energías ha sido el principal protagonista. Tanto Antonio Brufau como el consejero delegado, Josu Jon Imaz, han puesto de relieve el nuevo reto que tiene ante sí Repsol.
“El año ha sido extaordinario en España gracias a los datos macroeconómicos. Esto ha empujado, y gracias a la indudable ayuda de los trabajadores que ha catapultado a la compañía a seguir creciendo”, ha iniciado la Junta el presidente de Repsol.
En este sentido ha resaltado la mejora de los aspectos macroeconómicos como es el caso de “las monedas competitivas, de las políticas españolas y europeas, así como las decisiones del Banco Central Europeo. Esta fortaleza se verá representada durante los años venideros”, sentenció
En cuanto a la parte negativa, Brufau ha hablado sobre la depreciación del dólar,algo que influye negativamente en sus cuentas. “La depreciación no es buena para nuestra compañía puesto que un dólar débil debilita nuestras arcas ya que nuestro negocio se centra en Estados Unidos. Esto se debe a las políticas económicas de Donald Trump no están siendo las mejores”, matizó.
Transición energética
Otro de los temas que Repsol ha tratado sobre la Junta ha sido el modelo energético que debe afrontar la compañía para abandonar el carbono y confiar en las nuevas energías. “Los combustibles como gas y petróleo han sido enormemente importante durante el siglo pasado, y de momento lo seguirá siendo, pero ahora debemos en seguir creciendo con otras sinergias”, ha indicado Antonio Brufau. Por ello, ha resaltado que las fósiles no son “insustituibles, pero sí compatibles con otras”.
En este sentido, el presidente de Repsol ha indicado los cuatro pilares básicos en los que se deben apoyar las compañías energéticas para el crecimiento económico sostenible. Estas son la “seguridad de suministro, la universalidad de la energía, la sostenibilidad del planeta y la competitividad”.
Por otra parte, Brufau ha puesto de relieve el descenso de las emisiones al aire de CO2. Desde 2010, según indica la compañía hubo un descenso de 20 millones de toneladas, pero con el repunte de la actividad económica ha ido incrementándose. Por ello, los políticos y las compañías esperan que “en 2030 no se superen las 300 millones de toneladas”. Para cumplir esta ruta es necesario, según el presidente de Repsol, es necesario “analizar detalladamente todas las variables con el uso de la tecnología”.
¿Qué hará Repsol con las renovables?
“No podemos seguir con más de lo mismo”, ha sentenciado de manera rotunda. Por ello, el gas “se posiciona como la mejor opción de potencia firme para combatir la intermitencia del sistema ante el incremento de las renovables”. Para ello, las ciudades “ a través de la movilidad con los nuevos coches de emisiones reducidas” serán una de las grandes protagonistas en esta revolución”.
Brufau también ha dicho que el “vehículo eléctrico será uno de sus estandartes”, pero deberá esperar su momento, porque de momento “tiene que solucionar varias cuestiones como las geopolíticas de utilización de baterías o la disponibilidad de metales como el cobalto”.
El presidente de Brufau ha sido crítico con las subvenciones que reciben empresas automovilísticas por parte de las administraciones. “¿Por qué debemos pagarlas cuando ellos tendrán grandes beneficios y no devolverá el dinero?”, se preguntaba retóricamente.
En este contexto, Repsol prepara un nuevo futuro a través de la sostenibilidad. “en nuestro ADN está la reducción de emisiones y en la inversión de las nuevas tecnologías está este cambio”, ha apostillado.
Plan estratégico
Por su parte, Imaz, ha tomado el testigo del presidente de Repsol y ha explicado cual será el plan estratégico de la compañía.
“La venta de Gas Natural ofrecerá nuevos retos”, ha indicado. El consejero delegado ha indicado que “Repsol batió las expectativas con más de 2.400 millones de euros en ahorros, gracias a las sinergias, al Upstream (1.200 millones), al Downstream (400 millones) y a la eficiencia de la compañía que reportó otros 200 millones”. A su vez, Repsol indicó que “Norteamérica, Sudamérica y el sudeste de Asia serán las regiones claves para su crecimiento”.
En cuanto a los retos del futuro, Imaz ha valorado que la caja de Repsol permite que "la compañía esté preparada para nuevos retos gracias a al Upstream y al Downstream que provocan crecimiento compatible con caja positiva y crecimiento rentable".
Otra de las novedades que ha anunciado Repsol será la emisión de un bono verde de 500 millones de euros. "Habrá más de 300 proyectos financiados por primera vez en la historia de la compañía", ha dicho el consejero delegado.
Estas sinergias han provocado que se haya aprobado un dividendo un pago del dividendo total correspondiente al ejercicio 2017 a 0,9 euros por título, así como la aprobación de una recompra del 100% de la parte distribuida en acciones para compensar el efecto dilutivo del 'scrip dividend'. Repsol logró su mayor beneficio de los últimos seis años: ganó 2.121 millones, un 22% más.
Cabe recordar que la petrolera abonó el pasado mes de enero ya un pago a cuenta de 2017 de casi 0,4 euros, por lo que propondrá a sus accionistas una retribución complementaria del ejercicio de 0,5 euros.
Precio del crudo
Donald Trump ha tenido su parte de protagonismo en la Junta debido a las tensiones que el presidente de Estados Unidos mantiene con Irán. Este hecho ha provocado un alza de precio en el barril del crudo. “Hay siempre una máxima o hay demasiado o hay demasiado poco. En 2014, el precio se hundió y analistas decían que se iba a quedar ahí y hoy vemos que esta tendencia ha cambiado”, ha subrayado Imaz.
Cuando ha sido cuestionado por parte de un accionista sobre la subida del crudo, el consejero delegado ha confirmado que “estas subidas no son buenas y nos encantaría que las tensiones entre Trump e Irán sean buenas. Queremos demanda estable”.
Otras aprobaciones
La Junta de Accionsita también ha aprobado una reducción de capital social por un volumen equivalente a los títulos emitidas en 2018 para el dividendo flexible.
A su vez, se ha aprobado también el nombramiento de María del Carmén Ganyet y de Ignacio Martín San Vicente como consejeros externos independientes, así como la reelección de Jordi Gual, presidente de CaixaBank.