Estaban ahí antes de que la ola veggie lo inundara todo, pero han sabido subirse a ella. Florette, que empezó a dedicarse hace casi treinta años a las ensaladas embolsadas, ha cerrado 2017 con una facturación de 188 millones de euros, que esperan suba hasta 200 millones en 2018.
"La población no crece pero envejece, y las personas buscan una alimentación sana que mejore su calidad de vida", explica a este periódico Fermín Aldaz, director de marketing y comercial de Florette Ibérica. Por eso, reconoce que aunque "nosotros siempre hemos estado ahí", la compañía va a estar "con mayor intensidad en las nuevas propuestas"; es decir, innovando para satisfacer a un público cada vez más diverso y con exigencias alimentarias de diferentes tipos. Desde las ensaladas completas hasta las frutas envasadas, de momento solo manzanas, pasando por los superalimentos como el kale.
La empresa, con sede en Navarra, invirtió el año pasado 12 millones de euros; la mayor partida de este presupuesto se quedó en Canarias, donde tiene varios cultivos. También trabaja en Iniesta (Cuenca), Noblejas (Toledo), Torre Pacheco (Murcia), y en la propia Comunidad foral (Milagro y Arguedas).
Florette está convencida de que aún hay mucho terreno por explorar. Según una encuesta realizada por la propia compañía, un 75% de los españoles se ha propuesto comer de forma más saludable en el último año. "Más allá de las modas, parece que esta corriente saludable que recorre toda Europa ha venido para quedarse", aseguran desde la compañía. De hecho, según sus datos, este porcentaje asciende hasta el 86% de los encuestados más jóvenes, de entre 18 y 25 años.
Del súper al restaurante
La compañía navarra no solo está en los supermercados, sino que cede cada vez más espacio al negocio de la restauración. Actualmente, un 70% de su facturación proviene del sector de la distribución; un sector que se ha mantenido "más o menos igual desde la crisis". "La fórmula para que el sector gane en valor es darle valor añadido", explica Aldaz, que insiste en que "la innovación es esencial", algo que tiene que unirse a una comunicación y una distribución a la altura.
El resto de su negocio, el 30%, se dedica a la restauración. Un sector al que no solo vende sus productos elaborados (de IV gama, como las ensaladas), sino que ofrece producto fresco como fruta sin elaborar. "La idea es darles varios servicios en un único pedido", apunta el director de marketing. De todo el sector de la restauración, el 86% de los actores con los que trabaja la compañía navarra son independientes, a través de distribuidores; el resto, un 14%, son restauración organizada. En total, unos 12.000 puntos de venta de este tipo.
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