La agencia reconoce con esa revisión de la calificación las mejoras estructurales en el modelo de negocio de Ence y estima que los precios de la pulpa de celulosa se mantendrán altos durante los próximos dos o tres años.
También destaca que Ence ha aumentado en los últimos dieciocho meses su negocio de energía renovable, que, en general, es más estable que el de la celulosa.
Ence tiene una capacidad instalada de 170 megavatios (MW) y la contribución de la energía al resultado bruto de explotación (ebitda) ha crecido al cierre de 2017 a 50 millones de euros, frente a los 20 millones de euros que suponía en 2013.
Además, Moody's ha señalado que el negocio de energía ya cubre una buena parte de los costes fijos del negocio de celulosa y espera que su importancia siga creciendo, al tiempo que prevé que la nueva expansión se llevará a cabo sin un deterioro importante del balance.