Los grandes directivos del Ibex respiran aliviados tras conocer el nombre de los nuevos ministros de Pedro Sánchez. Aunque nadie lo reconocerá públicamente, existía un cierto temor a que los ‘elegidos’ fueran guiños a los aliados en la moción de censura: populistas y nacionalistas. Sin embargo, la fuerza de los hechos ha puesto encima de la mesa lo que en todo momento defendió el nuevo presidente: “un Gobierno socialista” alejado de sus extraños compañeros de viaje.
Nombres como los de Carmen Calvo, Josep Borrell, María Jesús Montero, Teresa Ribera, Magdalena Valerio o Dolores Delgado han convencido a los empresarios. Aunque un nombre destaca por encima del resto: la ministra de Economía, Nadia Calviño. “Es un guiño a la estabilidad política y económica, a cumplir con los compromisos europeos pero, sobre todo, una apuesta por una Europa unida y alejada del populismo”, relata un alto directivo del selectivo en conversación con EL ESPAÑOL.
Los piropos a Calviño abundan, con empresarios como Ana Botín o José Manuel Entrecanales defendiendo abierta y enfáticamente su nombramiento. “Tiene una formación y una capacidad excepcionales, un mensaje en términos de ortodoxia en lo que tiene que ver con los cumplimientos de déficit, y eso es importante para las empresas”, señala el directivo de una tecnológica que la conoce bien.
“En los puestos clave Sánchez ha elegido a gente de gran peso”, explica otra directiva del sector financiero que también pone como ejemplo a Calviño. “Yo no la conocía, pero está muy bien valorada en Bruselas, todo el mundo me habla muy bien de ella y su carrera es impresionante”, prosigue. Otros, en cambio, celebran su nombramiento porque “refleja criterios técnicos alejados de filiaciones políticas”.
Esa situación es algo que gusta a los inversores. Analistas de Linksecurities explican que ven en el nuevo Ejecutivo una cierta “estabilidad y continuidad” en los trazos más gruesos de las políticas económicas. Esto, unido a la buena marcha de la economía y a que gobernarán con presupuestos del PP y validados por Ciudadanos, será “positivo de cara a la confianza de los mercados”, sentencian.
La banca recupera oxígeno
Esas palabras están en consonancia con lo que este martes decía Ana Botín en Twitter. La presidenta de Banco Santander aseguraba que la llegada de la nueva titular de Economía permitirá que “España siga aumentando su peso en las instituciones europeas”.
Más explícito se muestra el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, quien a preguntas de EL ESPAÑOL se ha mostrado convencido de que “el nuevo Gobierno continuará el proceso de recuperación económica, seguridad jurídica y estabilidad social necesarios para el desarrollo de la actividad empresarial y el bienestar de personas y familias en nuestro país”.
Precisamente la banca fue el sector más castigado en Bolsa tras conocerse que la moción de censura podía salir adelante (algo en lo que influyeron también los problemas políticos en Italia), pero se ha ido recuperando a medida que la estabilidad volvía al sur del Viejo Continente.
Buena parte de la solvencia y la evolución de la banca depende de la “confianza” que transmite el Ejecutivo, y parece que Sánchez ha logrado el reto, lo cual no es óbice para que algunas personas muestren su “sorpresa” por el equipo que ha logrado reunir.
Lo importante es la ejecución
En lo que sí hay coincidencia dentro del Ibex es en que una cosa son los nombres y otra muy diferente las políticas que lleguen a ejecutarse. Ahí es donde surgen las dudas sobre lo que puede traer este nuevo Gobierno. En el sector bancario, por ejemplo, se desea la estabilidad en la política económica; pero también existe una cierta confianza en que Sánchez suavice ahora su postura de ‘freír’ a impuestos a los bancos y continúe manteniendo una “relación adecuada” con el sector.
El presidente del Gobierno se ha mostrado partidario en numerosas ocasiones de implantar una tasa a la banca para financiar las pensiones. Sin embargo, la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha opuesto otras tantas veces desde la consejería de Hacienda de Andalucía. ¿El motivo? “No sería capaz de compensar la revalorización que demandan los ciudadanos”, explicaba una y otra vez la ahora ministra después de que Sánchez lanzara su propuesta hace unos meses.
Las pensiones son, precisamente, una de las grandes preocupaciones del presidente de Mapfre. Antonio Huertas ha pedido al nuevo Gobierno que “mantenga el trabajo hecho en los últimos años” pero que afronte también, y de forma decidida, “una reforma del ahorro” para que las nuevas generaciones vayan pensando en un colchón que les ayude a compensar la pérdida de poder adquisitivo que tendrán con la pensión que cobrarán dentro de 20 o 30 años.
Huertas reclama a Sánchez que ponga encima de la mesa también una reforma del sistema educativo; y permanece a la espera de ver qué va a ocurrir ahora con la reforma emprendida por al anterior ejecutivo, pactada con Ciudadanos, para que la Dirección General de Seguros y Planes de Pensiones se convirtiera en un organismo autónomo que no dependa de la cartera del ministerio de Economía.
Precisamente la reforma de los reguladores será otro de los retos que Nadia Calviño tendrá que afrontar junto a la responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera y la titular de Industria, Reyes Maroto. La intención del PSOE es revertir la fusión de los distintos organismos que hizo el Partido Popular en su primera legislatura y que ahora estaba empezando a modificar tras el fracaso de su organización inicial.
Un nuevo calendario para Bankia
Pero, sin duda, el gran reto que tendrá la nueva ministra de Economía y que es mirado con lupa por el Ibex es la privatización de Bankia. Se da por descartada la idea de que se pueda crear una banca pública y, por tanto, habrá que analizar el nuevo calendario de los responsables de Economía para privatizar la entidad.
La cotización de Bankia en este momento no parece la más apropiada para hacer una colocación. Sin embargo, fuentes del sector financiero aseguran que todavía hay margen para completar la salida del Estado del capital de la entidad financiera. ¿Por qué? En primer lugar, porque tiene de plazo hasta septiembre del año que viene; en segundo, porque siempre cabe la posibilidad de prorrogar el plazo. “No creo que sea algo que esté en la agenda de temas urgentes” que tenga este Gobierno, asegura otra persona que conoce el sector.
El desafío de la transición energética
Pero más allá de bancos y aseguradoras hay mucha más vida en el Ibex 35. El sector energético también tiene un gran peso y se juega mucho con el cambio de Gobierno. Tanto es así, que la creación de un Ministerio de Transición Ecológica ha sido calificada de “esencial” por parte del presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales.
Entrecanales ha considerado a Calviño como un “acierto” debido a su “origen profesional”, durante una entrevista a la Cope, y ha tenido buenas palabras hacia Teresa Ribera, la nueva titular de Transición Ecológica. “A ella sí la conozco y me parece una profesional excelente con un gran conocimiento del sector. Es una excelente elección. Además crear este ministerio era esencial".
En líneas generales la llegada de Teresa Ribera también ha sido muy bien percibida por otras empresas del sector. Quienes la han tratado cuando era secretaria de estado de Medio Ambiente reconocen que es una dura negociadora pero firme en sus ideas y con “una buena relación con las empresas”.
Las compañías energéticas, como ha explicado ya este periódico, tiene esperanzas en que la apuesta por las energías renovables en España vuelva a centrar el foco de la política energética. “El tema de las renovables es una cuestión de ritmo y el PSOE le va a imprimir ritmo. Nos estábamos quedando atrás”, señalan desde una compañía muy relacionada con este sector.
Existe un cierto convencimiento de que tras la salida de Nadal se favorecerá el cierre de las plantas de carbón, tal como quiere hacer Iberdrola; algo a lo que se sumará también -sin duda- Endesa en las próximas semanas. Más que nada, porque ya había dicho que cerraría aquellas instalaciones que no fueran rentables y no afectasen ni al precio de la luz ni a la oferta energética.
El de las nucleares será otro de los campos de batalla al que habrá que prestar atención durante los próximos meses. El PSOE, con la ministra del ramo a la cabeza, es abiertamente antinuclear y su plan pasa por el cierre de las plantas cuando cumplan los 40 años, el máximo de su vida útil. Unas intenciones que son calificadas como “un desastre” por parte de algunas compañías del sector, mientras que para otras será muy positivo el poder acelerar el cierre y posterior desmantelamiento de algunas de estas instalaciones.
En medio de este debate está también saber qué ocurrirá con el llamado ‘impuesto al sol’ y, sobre todo, qué fiscalidad se va a aplicar al sector energético a partir de ahora para favorecer el proceso de transición energética. El informe de los sabios emitido hace unas semanas abogaba por una mayor carga impositiva en determinadas partidas como, por ejemplo, los hidrocarburos.
Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, espera que esta última medida no se lleve a cabo -o al menos se matice- porque “acabará repercutiendo sobre el consumidor”. En su primera comparecencia pública tras conocer los nombres del Ejecutivo, el máximo responsable de la petrolera, ha insistido en que “las medidas que se adopten deben tener progresividad fiscal”, que es la base para “conseguir una sociedad más igualitaria”, afirmaba.
Las constructoras
En el sector de la construcción ACS y Ferrovial estarán muy pendientes del Ministerio de Fomento. Sobre la mesa de José Luis Ábalos está en este momento el futuro de las autopistas de peaje quebradas.
El Estado ya ha recuperado la gestión de todas, excepto la AP-41 que llegará en las próximas semanas y la intención del anterior gobierno era relicitar esas carreteras en dos concursos públicos a los que ambas compañías podrían presentarse. Ahora está por ver si el actual Gobierno mantiene los planes iniciales o si, por el contrario, opta por dejarlas en manos del Estado.
Lo mismo ocurre con el Plan de Inversión en Carreteras, en el que está previsto invertir 5.000 millones de euros, así como distintos tramos de AVE y el Plan de Vivienda entre 2018 y 2021.
Agenda Digital
En cuanto al mundo digital, está por ver la importancia que le da Pedro Sánchez a su desarrollo. Especialmente porque ninguno de los ministerios hace el menor guiño a las telecomunicaciones, la sociedad de la información o la Agenda Digital.
Sobre el papel, parece que la secretaría de Estado que equivalente a la actual de Sociedad de la Información y Agenda Digital estará englobada en el nuevo Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que encabeza María Reyes Maroto Illera, una economista desconocida para casi todos los implicados y cuya relación con el sector más cercana data de los tiempos en los que trabajó en la consultora Analistas Financieros Internacionales que hoy dirige Borja Foncillas. Sobre el papel, es una economista con más experiencia en presupuestos y trabajos premiados sobre consolidación fiscal que en los temas que tratará en su nueva cartera.
Si bien el astronauta Pedro Duque tiene “innovación” entre sus objetivos, la de Ciencia es una cartera de las que no se consideran de peso económico y todo apunta a que se parecerá más al antiguo Ministerio de Ciencia y Tecnología que encabezó Cristina Garmendia.
Las públicas del Ibex
Mención aparte merecen las empresas del Ibex donde el Estado tiene participación. El caso más destacado es el de AENA, cuyo presidente, Jaime García-Legaz, habría dado ya los primeros pasos para abandonar la compañía. Así se lo ha transmitido al consejo de administración en donde Enaire es el principal accionista, así que será uno de los primeros temas que tenga que abordar el ministro de Fomento, José Luis Ábalos.
Pero las ganas que parece tener por salir su presidente no son los únicos motivos por los que Ábalos tendrá que ponerse a trabajar en el relevo. El cambio en el Gobierno llegaba el mismo día en el que se iba a presentar el nuevo plan estratégico de AENA y que tuvo que ser suspendido a la espera de ver el rumbo que quieren adoptar los nuevos responsables de Fomento.
En la cuerda floja está también el máximo responsable de Indra. Fernando Abril-Martorell podría abandonar la compañía en los próximos meses dado que su máximo accionista es la SEPI, que tiene casi el 19% de las acciones. Red Eléctrica (REE) es otra de las empresas en donde puede haber cambios. Con el 20% de los títulos en manos de la SEPI, el Estado decidirá el relevo de José Folgado, y el resto de consejeros.
Estos cambios en Red Eléctrica pueden suponer también un varapalo en los planes de Abertis tras la llegada de ACS y Atlantia para deshacerse de Hispasat. El actual consejo de administración tiene interés en la compra del operador español de satélites. Sin embargo, ahora está por ver si continuarán manteniendo la misma opinión.