Deliveroo rompe su silencio tras la sentencia que declaraba que uno de sus riders era un falso autónomo en Valencia. Una decisión que la compañía va a recurrir en los próximos días, dado que se trata de un caso particular que no puede extenderse a la totalidad de la plantilla.
Unas afirmaciones que hace la directora general de Deliveroo en España, Diana Morato, en un artículo de opinión que publica EL ESPAÑOL en exclusiva, y en el que explica que “tribunales de toda Europa” han examinado la forma de contratación de la plataforma y han concluido lo mismo: “son empleados por cuenta propia”. Un estatus que, según Morato, defienden los mismos trabajadores "porque les ofrece la libertad de adaptar el trabajo a su estilo de vida".
En el texto, Morato defiende la libertad que da la posibilidad de trabajar como rider en Deliveroo, un empleo donde “son ellos quienes deciden cómo y cuándo trabajan; y pueden colaborar con multitud de compañías, incluyendo a competidores. No hay ninguna otra forma de trabajo que les otorgue este grado de flexibilidad”, sentencia.
Sin embargo, la directora general de Deliveroo cree que es necesario “que cambie el statu quo” de los trabajadores. Asegura que “el 73% de los riders tienen contrato de autónomo dependiente, lo que les brinda diversas protecciones”, de ahí que considere que la sentencia contra el repartidor en Valencia no pueda hacerse extensible al resto de sus trabajadores.
Un cambio legislativo
No sólo hace referencias al tipo de contrato que utilizan, también al kit de seguridad que pone a disposición de sus riders, el seguro de lesiones que puso en marcha de forma gratuita el mes pasado, etc. “Queremos avanzar en este sentido, pero estamos limitados por la ley. Si ofrecemos beneficios de forma directa un tribunal puede juzgar que estamos tratándolos como empleados y tendríamos que cambiar nuestro modelo de negocio”, sostiene la directora general de Deliveroo en España.
Así que ante esta situación reclama que todas las partes implicadas traten de avanzar para lograr “un sistema que brinde a los riders la posibilidad de trabajar como quieran con la seguridad que merecen”, explica. Morato se muestra consciente de que estamos ante una aproximación “ambiciosa que requiere un cambio legislativo” porque el modelo actual es “perverso ya que desincentiva a las compañías a colaborar con más riders”.
Una mano tendida de la directora general de Deliveroo en España para lograr que “la sociedad reconozca el deseo de determinadas personas de trabajar de manera flexible”, y considera que “al igual que Deliveroo está cambiando, la sociedad y las leyes deben hacerlo también”, afirma.
Las palabras de Diana Morato publicadas por EL ESPAÑOL llegan tras la sentencia de un juzgado de Valencia. Fallaba en contra de la compañía de reparto a domicilio y consideraba que un autónomo despedido era, en realidad, un trabajador de Deliveroo, por lo que deberá indemnizarlo o readmitirlo.
La sentencia
La sentencia se está analizando ya en diversos despachos de abogados, tal como ha podido comprobar EL ESPAÑOL, ya que se considera que con ella se podrá hacer frente a otras demandas contra plataformas como UberEats o Glovo.
En su fallo, la juez de Valencia argumenta que los repartidores están controlados por la empresa a través de GPS, que vigila también el tiempo de reparto. Además, señala que tanto la aplicación como la página web son propiedad de Deliveroo y, además, es la propia empresa la que se ocupa de fijar los precios por la distribución de comida rápida.
Otro de los puntos en los que se fija la juez para considerar que un trabajador de Deliveroo es un falso autónomo es en que los riders desconocen qué restaurantes pertenecen a la plataforma, ni la carga de trabajo que tienen. Y, por si fuera poco, considera -basándose en buena medida en la publicidad de la propia marca-, que los repartidores son la "cara de Deliveroo", es decir, que representan a la firma ante sus clientes pues en muchos casos es el único contacto que estos tienen con la compañía más allá de la aplicación para hacer el pedido.