Captan más de 300 clientes diarios y acaban de conseguir el jugoso contrato de suministro eléctrico del Ayuntamiento de Madrid. Holaluz, una de las más de 200 comercializadoras independientes, ya ha conquistado casi un 5% del mercado liberalizado de electricidad nacional y ha puesto sus ojos en otros tres mercados: Portugal, Italia y Francia.
Aunque parezca que su cuota en España pequeña, es casi una tarea titánica lograda en siete años. Enfrente tiene a las cinco grandes, Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, EDP y Viesgo, que se reparten el 90% del mercado, y centenares de comercializadoras que luchan por abrirse también su hueco.
¿Su apuesta? Ofrecer energía de origen renovable a un precio accesible. “Generamos un ahorro de unos 100 euros al año a una familia media”, asegura su presidenta ejecutiva y fundadora, Carlota Pi. Para ello, Holaluz compra “electricidad 100% de origen renovable a productores independientes repartidos por toda España”.
Actualmente cuentan con más de 400 productores y acaban de firmar un acuerdo con la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (ANPIER) para ampliar su base con sus más de 5.000 socios. ¿Su obsesión? Que la apuesta por la energía ‘verde’ no sea una opción, sino una solución, e impulsar el autoconsumo doméstico, segmento en el que están presentes a través de la instalación de placas solares en hogares.
Su crecimiento en los cinco últimos años deja ver que Holaluz tiene claro cómo hacer su trabajo: de los 15 millones de euros que facturaron en 2013, el año pasado cerraron con 140 millones.
Para este año, a un ritmo de 15 millones al mes, superarán esa cifra pero su presidenta prefiere no ‘casarse’ con una cifra concreta dado el “fuerte crecimiento” que están experimentando. Pi estima que el contrato con el Ayuntamiento de Madrid aportará entre 10 y 15 millones extras en esta segunda mitad de año, con lo que el volumen anual se pondría en unos 200 millones.
En cuanto a clientes, la comercializadora también ha dado un buen salto. En cinco años ha multiplicado por 4,5 su cartera, situándose en este momento en 137.000 clientes, repartidos 85-15% entre hogares y pymes. “Tenemos clientes en todos los códigos postales, aunque sólo sea uno, los que llamamos ‘héroes locales’”, comenta Pi en un reducido encuentro con medios. Su meta es cerrar 2018 con 200.000 clientes.
Expansión internacional
Con el negocio nacional creciendo a buen ritmo, Holaluz se anima a mirar hacia fuera. Primero llegarán a Portugal, donde ya tienen su primer contrato. Definen este mercado como "natural y muy interesante" porque "a nivel operativo se gestiona a nivel peninsular". "Hay mucha capacidad de llegar a clientes particulares o pymes con necesidad de ahorro con energía verde. Ahora mismo tienen menos alternativas".
También están tramitando las licencias para operar en Francia y en Italia, pero "por lo que estamos viendo, iremos más rápido en Italia". Según Pi, la estrategia de de Holaluz pasa por lograr fortaleza en estos cuatro mercados antes de dar más pasos. Para lograrlo, se ponen un horizonte de dos a tres años.
En Portugal, mercado en el que empezarán oficialmente en 2019, ya hay una meta marcada de clientes: 30.000 en su primer año de operación. ¿Latinoamérica? "No se descarta", indica la presidenta de Holaluz, sería el salto "natural", pero es algo que tienen que sopesar. "Hay que verlo", remata.
2,7 millones de ahorro para Madrid en una década
A finales de mayo, Holaluz se adjudicó tres de los cuatro lotes del concurso público para suministrar electricidad al Ayuntamiento de Madrid. Este contrato, valorado en 81,1 millones, tiene un plazo de ejecución de dos años. Más allá del importe que sumará a sus ingresos, la presidenta de la compañía afirma que para lo que sirve es para romper un viejo mito, “el de que la energía renovable es cara”.
Según la presidenta de Holaluz, gracias al “análisis masivo de datos energéticos” que realizan, logran “optimizar la potencia” de cada punto de suministro. Sólo con la optimización que harán en los edificios dependientes del consistorio madrileño lograrán un ahorro anual de 279.000 euros. “Ese ahorro es para siempre. En 10 años, 2,7 millones de euros en el bolsillo de los madrileños por el hecho de haber optimizado estas potencias”, asegura Pi.
Aunque este contrato supone que la compañía entre en el segmento de los grandes consumidores energéticos, su presidenta descarta que Holaluz vaya a ir en esa dirección. “No es nuestro target, en principio no nos dirigimos a los clientes corporativos de gran consumo. Este era un cliente perfecto porque nos daba la oportunidad de demostrar que la energía ‘verde’ es barata”, explica.
La empresaria valora especialmente que sea el Ayuntamiento más grande de España el primero en lanzar ese mensaje de cambio, de apuesta por las renovables, y espera que la idea cale también en los ciudadanos. En esta concienciación, Holaluz también quiere aportar. Su reto es que todos los madrileños “disfruten en sus hogares de ahorro con energía verde” para 2022.
Y para lograrlo no les importa compartir la tarta eléctrica. “Ojalá sea con Holaluz, pero si no lo es no pasa nada. Lo importante es que hagan ese cambio a la energía renovable”, apunta Pi. Entre sus armas para lograrlo está la campaña que han puesto en marcha una campaña en la estación de metro de Sol con la que, a través de 22 argumentos, buscan que los ciudadanos “reflexionen sobre el cambio a una energía renovable”.
Han invertido alrededor de 500.000 euros en esta campaña que se mantendrá durante el próximo mes y medio. “Queremos hacer que los ciudadanos piensen qué energía quieren consumir”, resume la presidenta de Holaluz.