Iberdrola sube su apuesta por el mercado minorista italiano. La eléctrica española lleva poco más de seis meses 'en casa' de Enel y ya ha conquistado a 20.000 hogares. Los objetivos están claros: un millón de clientes en tres años y llegar a tres millones para 2023. 

Si logra esa cifra, la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán habrá cumplido la meta que se marcó el año pasado cuando anunció su desembarco en el mercado minorista italiano: capturar entre un 5% y un 7% de los 37 millones de puntos de suministro existentes.

En esta semana la compañía ha intensificado su campaña comercial y está ofreciendo a los clientes que contraten sus servicios de luz y gas antes del próximo 15 de julio un descuento del 25% en la factura, en relación a la tarifa del mercado regulado, durante el primer año. Se trata de "la campaña internacional más ambiciosa de Iberdrola" hasta el momento, según aseguró recientemente el responsable del grupo en Italia, Lorenzo Costantini.

Iberdrola está pisando el acelerador para abrirse paso en el segmento hogar ahora que Italia está a punto de cerrar su mercado regulado energético. "Iberdrola ha decidido entrar en Italia principalmente por el fin de la tarifa regulada", proceso que se prevé que termine para el 30 de junio o 1 de julio del 2019, subrayó el ejecutivo. 

La llegada de la liberalización puede retrasarse, agregaba Costantini, pero son optimistas y esperan que la fecha "sea confirmada". El 60% de los 37 millones de clientes del mercado italiano están sujetos a la tarifa regulada, un suculento mercado donde la eléctrica no quiere perder la oportunidad de replicar el modelo que ya tiene asentado en España, con una cartera de más de 16 millones de contratos entre electricidad, gas y otros servicios. 

Mercado prioritario

Iberdrola puso a Italia entre sus prioridades el año pasado y le asignó una inversión de 500 millones hasta 2023 para afianzar su posición en el mercado minorista. Presente en el mercado mayorista italiano desde el año 2006, a finales de 2017 arrancó su campaña comercial dirigida a hogares con servicios de electricidad y gas. Para la comercialización a clientes finales arrancó una sociedad con sede en Roma, Iberdrola Clienti Italia.

El aterrizaje en Italia es "parte de un proceso de expansión comercial orgánica que envuelve a varios mercados europeos" y tiene vocación de largo plazo, señaló Costantini. 

En su hoja de ruta hasta 2022, Iberdrola se ha propuesto pasar de 23 millones de contratos a 32 millones, un 40%. Para lograrlo, tiene previsto potenciar su operación en Europa y, además de Italia, la eléctrica tiene los ojos puestos en el mercado portugués, francés e irlandés, como señaló Galán en la presentación del plan estratégico el pasado mes de febrero.

Respecto a Francia e Irlanda, la compañía no ha revelado aún cuál será su estrategia, pero en Portugal, el objetivo multiplicar por tres la actual cartera de 170.000 clientes en tres años. El primer hito está marcado para 2020, con medio millón. Aunque es líder en grandes clientes, con una cuota de casi un 25%, en el área residencial apenas rasca un 4% en un mercado que pertenece a EDP.

La compañía no ha cuantificado la inversión que hará para lograr su objetivo, pero parte de su inversión para crecer en el mercado luso está en el desarrollo del complejo del Alto Támega: 1.500 millones de euros para poner en marcha un complejo hidroeléctrico que sumará 1.158 megavatios (MW) a su porfolio.