Érase una vez un buen día en el que uno de los mejores futbolistas de la historia fue llamado a los aposentos de una de las familias nobles más representativas de Italia, la Agnelli. Érase una vez un jugador que abandonó uno de los ejércitos más poderosos del mundo, para alistarse en uno con una tradición fantástica para poder cerrar su gran carrera como profesional.
Cristiano Ronaldo va abandonar, o tiene toda la pinta, el club con el que más títulos a nivel colectivo e individual le ha brindado. Su jefe, Florentino Pérez, parece que ha desistido en retener al jugador luso ante las enormes expectativas económicas que le pone encima de la mesa, el que será su nuevo jefe, Andrea Agnelli.
Y el apellido del presidente de la Juventus de Turín son palabras mayores. Agnelli es sinónimo de negocios, riqueza y tradición de las élites italianas. Y ese éxito reside en Exor, el conglomerado de la familia transalpina, que amasa una fortuna de más de 11.500 millones de euros.
La historia de esta poderosa familia tiene más de un siglo de historia. John Elkann (el máximo mandatario de la saga) es tataranieto del fundador del grupo automovilístico Fiat. La Fabbrica Italiana Automobili Torino nació de la mano de Giovanni Agnelli en 1899. No pudo cumplir sus planes y cederle la empresa a su hijo, Edoardo, que tuvo un fatal accidente de avión y murió.
Fue entonces cuando la compañía cambió de manos. La dirección del incipiente conglomerado empresarial pasó al nieto del fundador, Gianni quien mantuvo a sus compañías como empresas de éxito. Hoy es el nieto de éste, John, el que lleva las riendas y El ‘capo’ italiano tiene un hermano, llamado Lapo, pero el pequeño de los Elkann prefiere pasar sus horas copando las portadas de la prensa ‘rosa’ por sus escándalos.
Motor e información, las claves del éxito
A los nuevos jefes de Cristiano Ronaldo les gusta el motor y, por eso, Exor es dueño de firmas tan importantes como Fiat, que posee el 30% de las acciones y el 44% del derecho a voto en el consejo de Administración, el 23% del accionariado de Ferrari y un 33% de representación en los asientos de las juntas. A su vez, también controlan desde 2009 la firma estadounidense Chrysler (que posee las marcas Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Dodge, Jeep -patrocinador de la Juventus-, Fiat, Fiat Professional, Lancia, Maserati, Mopar y Ram)
Dicen que información es poder. Por eso, la familia Agnelli tiene varias cabeceras de referencia. Nada más y nada menos que The Economist. En agosto de 2015, la corporación editorial británica Pearson se deshacía del 50% del semanal económico a cambio de un jugoso cheque extendido por la saga italiana de 655 millones de euros. Pero ahí no acaba su amor por los medios de comunicación. Los Agnelli controlan el diario de Turin, La Stampa y es también el mayor inversor en la editora del Corriere della Sera (el periódico de mayor circulación en Italia).
Los Agnelli, ‘bianconeros’ desde 1923
La otra gran pasión de la familia italiana es el fútbol. El 1923 Fiat (ya propiedad de la saga) compró el equipo turinés y desde aquel año han pasado hasta cuatro presidentes de los Agnelli por el palco del estadio de la Juventus.
En la actualidad está al frente Andrea Agnelli, tras coger el testigo de su abuelo Edoardo (1923-25), su tío Gianni, el temido L’Avvocato, (1947-1954), y su padre Umberto (1955-1962). Todos los presidentes han firmado etapas de lo más gloriosas, llevando a ser uno de los equipos más laureados de la historia.
Aunque no todo es éxito. En el año 2006 se destapó uno de los escándalos más sonados en el mundo del fútbol. Durante las temporadas 2004-2005 y 2005 y 2006 el club sobornó a árbitros y futbolistas para conseguir ligas italianas. La Juventus fue desterrada a la Serie B (segunda división) y fue destronado de los dos ‘escudettos’.
Andrea Agnelli, el hombre milagro
Luciano Moggi, presidente por aquel momento, fue destituido y Andrea se puso manos a la obra para recuperar el prestigio de la ‘Vechia signora’. El pequeño de los Agnelli se arremangó las mangas de la camisa, se rodeó de directivos competentes y lo ha llevado otra vez hasta la élite. Con dos finales perdidas (Barcelona y Real Madrid) y casi siempre llegando a las semifinales de la Champions, por no hablar de su incontestable dominio en la Serie A.
Además, construiría el Juventus Stadium, la nueva casa de los tifosi bianconeros, consiguiendo ser el primer club del país transalpino que tiene un estadio en propiedad. Los números también le acompañan, y según se extrae de sus últimas cuentas semestrales, el equipo italiano tiene un beneficio neto de 43,3 millones de euros y una facturación de 290 millones.
Tú también puedes ser el jefe de CR7
Pero a pesar de que esta importante familia italiana gobierne la Juventus de Turín, cualquier persona podría ser el nuevo dueño del club que juega Cristiano Ronaldo. La respuesta se encuentra a 159 km del estadio del equipo italiano: la bolsa de Milán.
El club cotiza en bolsa por lo que cualquier persona puede comprar y vender acciones. De hecho, desde que se conoce que el astro portugués tiene la intención de fichar por el equipo italiano sus acciones se han disparado y se han revalorizado hasta un 25% durante esta semana. Durante el viernes, los títulos cotizaban al alza un 6%. La capitalización bursátil ronda los 750 millones de dólares.
Y así, -entre familia con casi sangre azul, amante de los motores, de la lectura de medios de comunicación y miles y miles de nuevos jefes-, colorín, colorado, la estancia de Cristiano en el Bernabéu se ha acabado.