Es el evento musical del año en España. El Mad Cool se ha convertido en La Meca de los amantes de la música durante los últimos años. Las entradas vuelan en cuestión de días y por segunda edición se ha colgado el cartel de ‘no hay billetes’. Mientras, los promotores se frotan las manos.
Entre tanta fiebre musical, las empresas ven un gran filón para hacerse notar. Brugal, Befeeater, Mahou o Levi´s son algunos de los partners oficiales del festival. Este año se ha sumado Uber. La compañía de transporte privado ha anunciado a bombo y platillo sus servicios especiales para que los ‘madcoolers’ se subiesen en sus coches.
“Un Mad Cool épico te espera”. Con estas palabras anunciaba Uber su apuesta por el festival. Desde comida al recinto con precios especiales a poder tener acceso directo “sin tener que hacer colas” si el usuario se desplazaba hasta Valdebebas vía app.
Pero ni una cosa ni otra. “La comida ha tardado más de una hora y media”, indica a este medio Juan Manuel. ”Imagina como ha llegado la hamburguesa, ha sido un despropósito”. Pero eso, no fue ni mucho menos, lo peor.
“Pide un Uber y podrás acceder al recinto evitando colas y aglomeraciones. Tu coche te dejará en un acceso exclusivo que facilitará tu entrada. Una vez estés allí, puedes quedar con tus amigos en el Uber lounge, una zona exclusiva para cargar las pilas. Y el móvil”, se podía leer en las marquesinas de autobús, y en las vallas publicitarias del Metro de Madrid durante los días previos a este viernes, fecha que comenzaba el festival”, rezaba en el comunicado.
Algo que no sucedió. Según indican a este periódico varios usuarios de Uber, los accesos habilitados por la compañía se colapsaron, lo que se tradujo en esperas de hora y media. “La organización y Uber no nos daban explicaciones. Hemos cogido el coche por la app para no esperar y nos hemos encontrado con la misma cola que los que no venían en Uber”, se lamentan.
El río de personas que llegó hasta las puertas del Mad Cool también se juntó con el resto de las personas que esperaban a poder entrar a los conciertos. Pero la misma escena se repetía horas después cuando los asistentes al festival se marchaban a casa.
“Cuando acaba un Festival, lo único que quieres es volver a casa. Y a poder ser rápido. Abre la app, introduce tu destino y te sugeriremos el mejor punto de recogida para que te encuentres fácilmente con tu conductor”, indicaba Uber a sus clientes. Otra vez las escenas de nerviosismo se volvían a repetir en las zonas habilitadas para subirse a los coches negros de la compañía. “Salimos a las 3 de la mañana y no pudimos subirnos hasta las 3:45, fue desesperante”, se lamenta un usuario.
Subidón en los precios
Durante la noche del viernes, si los madrileños querían subirse a un coche de Uber tenían que rascarse el bolsillo. El kilómetro se pagaba a precio de oro. Es habitual en las compañías de VTC que en momentos puntuales, y sabiendo que coincide un evento importante, se modifican las tarifas y suben el precio. “Alta demanda”, lo llaman desde la app.
Los usuarios que cogieron Uber para, supuestamente, beneficiarse de las ventajas de la compañía durante el Mad Cool llegaron a pagar hasta 65 euros desde Colón hasta Valdebebas.
Situaciones similares vivieron los madrileños que no acudieron, pero que querían llegar a través de Uber a sus casas. Por ejemplo, un trayecto desde Plaza de Castilla hasta Puerta del Ángel (Madrid Río) la tarifa se disparaba hasta los 45 euros.
Pero los despropósitos con las tarifas no se quedaron ahí. Muchos usuarios se han quejado de malas prácticas por parte de Uber. “@Uber_ES es una vergüenza, reservo para ir al madcool, el conductor no aparece y cancela... Y me cobráis 5.50€. Los reclamó y me los das en créditos Uber? Ladrones”, se frustraba en Twiiter una persona que iba a acudir al Mad Cool.
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con la empresa para conocer cuál es la versión oficial y saber los motivos de las largas colas. Uber ha indicado solamente se ha disculpado “públicamente por la mala experiencia de ayer en el Mad Cool. Estamos trabajando con el equipo del festival para que pongan solución a los problemas de organización registrados ayer".
Taxi y Cabify, desbordados
“Necesitamos refuerzos”. Ese fue el mensaje más repetido en el sector del Taxi. En los vídeos que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. En dichas imágenes se puede comprobar como los taxistas no paran de llegar a la zona acotada para este tipo de transporte público.
Un taxista comenta a este periódico que “sus trayectos cuestan lo que la tarifa del Ayuntamiento le exige, ni un céntimo más”. A su vez, desde el gremio se insiste el gran trabajo que hizo durante toda la noche, reparando el daño de Uber con sus usuarios.
Por otra parte, el otro actor implicado fue Cabify. El unicornio español no subió tarifas, pero se quedó sin coches libres. Tal es así que el tiempo de demanda era superior a media hora y llegaron a mandar un mensaje pidiendo paciencia para no anular los trayectos.