Se ha convertido en la gran amenaza para Apple y Samsung. Y más aún con sus poderosos planes de expansión. Xiaomi ha trazado la estrategia perfecta para poder ser los dueños del mapa de la telefonía móvil. Pero se ha topado con un enemigo inesperado: Donald Trump.
China se ha quedado pequeña para este gigante de la tecnología que sigue creciendo con unas cifras envidiables para la competencia. Xiaomi vendió un total de 28,5 millones de dispositivos durante el primer trimestre del año, según un estudio de la consultora especializada Gartner.
Estos datos le han permitido ostentar una cuota de mercado del 7,4%, entrando en el top 4 mundial; desbancando a su enemigo del mismo país, Oppo. Por eso, Samsung, Apple, y Huawei ya miran por el espejo retrovisor el avance de las tropas millonarias que portan un Xiaomi en el bolsillo.
La receta de su crecimiento, a priori, parece sencilla: móviles con prestaciones de gama alta a precios low cost. “Esta estrategia ha permitido a Xiaomi crecer un 330% en la región Asia/Pacífico”, explica la consultora.
Europa, primer territorio conquistado
Ocho años ha tardado (se fundó en 2010) Xiaomi en ser una de las grandes vendedoras de telefonía en Europa. Su dominio empieza ser incontestable, e incluso es líder de ventas en algunos países.
Según datos de la consultora Canalys, la fabricante china vendió más de tres millones de dispositivos durante el primer trimestre en este territorio. Las estimaciones de Canalys dibujan un espectacular crecimiento de Xiaomi en Europa por encima del 999% que tiene que ver con su aterrizaje en España e Italia, donde ya han abierto decenas de tiendas físicas.
Y si Europa se ha convertido en territorio Xiaomi, Grecia es su fortaleza. El país heleno ya ha elegido a Xiaomi como su marca de móvil de referencia. Según indica un informe realizado por IDC, la firma china ya ha logrado ser la marca con mayor cuota de mercado, donde apenas lleva un año vendiendo su telefonía. Así, arrasa con el 24% de ventas totales en el sector, con la que ha logrado dejar atrás a Samsung y Apple, pero el impulso de la marca crece de la mano de otros mercados locales.
Donald Trump levanta el muro
La hoja de ruta para conquistar el mundo, por tanto, pasaba por asegurarse Europa para dar el salto definitivo a territorio Apple: Norteamérica. Los planes estaban saliendo a pedir de boca, hasta que Donald Trump decidió desatar una guerra comercial sin precedentes.
El presidente de Xiaomi, Lei Jun, explicaba en la presentación de resultados anuales que Xiaomi tenía la intención de comercializar sus teléfonos móviles para finales de 2018, o en el peor de los casos, a principios de 2019. Las regulaciones estadounidenses debían aprobar su incursión en el mercado, pero eran optimistas.
No obstante, otras empresas chinas quisieron dar el paso adelante, pero se dieron de bruces por el temor al espionaje de empresas de origen chino. Y si no que se lo pregunten a ZTE o Huawei, que han tenido sus más y sus menos con el presidente del país norteamericano.
Los aranceles pesan en su contra
Xiaomi tampoco contaba con los impuestazos de Donald Trump a los productos chinos. Cuando la firma del país asiático hizo oficial que aspiraba a colonizar territorio ‘yankee’ no se había producido la imposición de aranceles del 25% a determinados productos tecnológicos chinos.
"EEUU continuará sus esfuerzos para proteger la tecnología doméstica y la propiedad intelectual, detener las transferencias no económicas de tecnología industrial significativa y propiedad intelectual a China, y asegurar el acceso al mercado chino", aseveró Donald Trump a golpe de tuit.
Xiaomi también sufre en Bolsa por culpa de Trump
Y como era de esperar, la recién estrenada Xiaomi en el parqué bursátil ha propiciado que sus acciones estén sufriendo mucho debido a la inestabilidad comercial. En este sentido, Victoria de la Torre, analista de Self Bank señala que “su salida a Bolsa quizá no haya llegado en el mejor momento ya que nos encontramos en plena guerra comercial. El precio de salida se encuentra muy lejos de las cifras que inicialmente se barajaban para la compañía; esta circunstancia tiene que ver, sin duda, con la guerra comercial entre China y EEUU, que podría afectar al sector en el que se encuadra Xiomi”, argumenta la experta.
A pesar de protagonizar la mayor salida a Bolsa en China, lo cierto es que comenzó a cotizar en los 54.000 millones de dólares, cifras muy lejanas a las que aspiraba el gigante de la tecnología puesto que cifraba en 100.000 millones su estreno bursátil.
En este sentido, las jornadas bursátiles no han sido alentadoras para Xiaomi. La compañía se ha dejado más de un 15% y su acción y su precio apenas superan los dos euros.