En un comunicado divulgado este jueves, el regulador consideró que es necesario un auditor independiente porque "la contrapartida ofrecida fue fijada mediante un acuerdo entre el adquiriente y el alienante, a través de una negociación privada", por lo que no sería "equitativa".
La salida de bolsa del BPI fue aprobada por sus accionistas en asamblea general a finales de junio, a propuesta del CaixaBank, que tiene en sus manos la mayoría del capital del banco.
De hecho, en los últimos meses ha realizado varias compras de acciones para aumentar su participación en el capital, que roza el 95%, todas ellas a un precio de 1,45 euros por título.
Este es el precio al que el banco catalán pretende comprar el resto de acciones del BPI y retirar así a la institución de la Bolsa de Lisboa, valor que ahora deberá determinar un auditor.