Madrid expulsa a los patinetes eléctricos y a sus empresas con la nueva ordenanza de movilidad
Las startups que quieren aterrizar en la capital tendrán muchas trabas a la hora de poder colocar en la calle los vehículos.
3 septiembre, 2018 02:16Noticias relacionadas
Que España no es el país más avanzado en cuanto a movilidad y movilidad sostenible no es ningún secreto. Tampoco lo es que los principales ayuntamientos de las ciudades con más población están trabajando a destajo para poder crear diferentes planes para hacer posible este reto.
El caso es que entre estudios, tiras y aflojas, el próximo 15 de octubre se presenta en Madrid el nuevo Plan de Movilidad. Una nueva ordenanza que trae de cabeza al consistorio y al mundo empresarial. Las medidas para tener una capital más transitable y limpia pone en jaque a varios sectores.
Y entre tanta polémica, la movilidad compartida se ha convertido en un dolor de muelas para el Ayuntamiento. A la controvertida legalidad de dejar usar BiciMad para fines lucrativos (los riders de Glovo o Deliveroo podrán usarlas), se ha sumado la irrupción de varias empresas de monopatín eléctrico que quieren pisar el asfalto capitalino.
De momento, ya lo ha hecho una; Lime. Pero muchas otras están a la espera de que se resuelvan varios puntos conflictivos que podrían dejar tocadas -y casi hundidas- a estas startups. El 15 de octubre se saldrá de toda duda y se verá la viabilidad para estas empresas, que pretenden descongestionar el tráfico en pleno centro.
Cascos y carriles, puntos conflictivos
El Nuevo Plan de Movilidad, por tanto, quiere satisfacer las necesidades de los usuarios, pero tampoco echar las campanas al vuelo y convertir Madrid en una ciudad peligrosa. Es por eso que tiene varios puntos estrictos, siempre para “velar por la seguridad”, tal y como cuentan a este periódico fuentes del consistorio.
En la actualidad, con carácter general no existen vías expresamente autorizadas por el Ayuntamiento de Madrid. “Por tanto, la nueva regulación permite nuevas posibilidades que hasta ahora no existían”, sugieren.
Pero las empresas que tenían decidido aterrizar en Madrid se lo están pensando. Y mucho. El primer punto del argumentario que todas las startups con las que se ha puesto en contacto este periódico es el de la circulación. Según reza el nuevo Plan, se permitirá "a los patinetes eléctricos (vehículos de movilidad urbana tipo A) circular por ciclocalles (calle exclusiva o preferente para la circulación de bicicletas), carriles bici protegidos y pistas bici, y por las calzadas de calles residenciales con velocidad señalizada limitada 20km/h, así como, con precaución, por las aceras bici y sendas bici. En el caso de los patinetes eléctricos "tipo B" (que alcanzan hasta 30 km hora), además pueden circular por calzada de calles integradas dentro de las llamadas zonas 30 (no las calles a 30 km), en las que existe una coexistencia entre vehículos y peatones”.
Dicho de otro modo: no todas las vías serán aptas para poder circular. Por ejemplo, podrán circular por las grandes vías que tengan la señalización pertinente, pero no podrán hacerlo por el carril bici que no esté señalizado. Tampoco podrán hacerlo por determinadas calles del centro porque no cumplen con la normativa. El uso de este medio de transporte también estará restringido por zonas ajardinadas, aceras y calzada.
¿Consecuencia? Que las empresas que quieren instalarse, precisamente en el centro, no podrán hacerlo debido al engorroso mapa de las calles de Madrid. “Nos sentimos desplazados porque, en teoría, Madrid quiere ser una ciudad libre de humos y de vehículos compartidos y nos pone trabas”, explica el fundador de una startup interesada en llegar a Madrid.
Otro de los impedimentos por los que el sector del monopatín en desacuerdo con el plan diseñado por Ahora Madrid es el uso del casco. Todos los usuarios deberán portar seguridad en la extremidad con el fin de evitar accidentes. Para las startups, por tanto, es una faena. ¿Dónde dejar el casco cuando no esté el patinete activo? Además, los dueños de las empresas no entienden que sus clientes deban llevar protección cuando los de BiciMad, por ejemplo, no están obligados.
Pero aún hay más. El aparcamiento también será un problema. La DGT considera a estos aparatos como ‘juguetes’, por lo que no pueden dejarse aparcados en la calle. La pregunta, por tanto, es lógica. ¿Dónde dejar los patinetes? Los dueños de las empresas aún no tienen la respuesta.
En este sentido, el Ayuntamiento es tajante: tendrán que cumplir a rajatabla con lo estipulado. “Tendrán que cumplir con las normas que rigen la ocupación del espacio público para todos los patinetes eléctricos en aparcamiento y circulación contemplados en la nueva Ordenanza”, valoran.
Lime, la empresa que ya está en Madrid
Antes de que se produzcan los nuevos acontecimientos, una startup ya opera en Madrid. La empresa californiana Lime, participada por Uber y Google, ha desembarcado recientemente sus patinetes eléctricos en Madrid. Por ahora, estos dispositivos se pueden utilizar solo dentro de la almendra central de la capital.
En este caso, sin embargo, Lime se ocupa de recoger todas las noches los patinetes para su recarga y su puesta a punto, volviendo a distribuirlos por la ciudad de madrugada -evitando así una exposición mayor a sufrir vandalismo-. Veremos cómo soluciona esta difícil papeleta.