En un examen inicial del mercado, Bruselas detectó varios problemas en la fusión por unir la fuerte posición de mercado de Shazam en el segmento de aplicaciones de reconocimiento de música y la posición de Apple en servicios de música en 'streaming'.
En concreto, el Ejecutivo comunitario ha querido comprobar antes de dar su visto bueno si con la operación Apple tendría acceso a datos comercialmente sensibles de clientes de sus competidores o si los competidores de la compañía americana podrían verse perjudicados porque Shazam dejase de enviar recomendaciones sobre ellos al pasar a manos de Apple.
Finalmente, los servicios que dirige la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, han llegado a la conclusión de que la capacidad de Apple para dirigirse a los usuarios de Shazam para animarles a cambiar de proveedor será mínima.
Tampoco considera que Shazam sea un punto de entrada clave para los servicios de música en 'streaming', ni ve que la combinación de las bases de datos de clientes de las dos firmas suponga una ventaja sobre otros competidores, porque éstos tienen acceso a otras bases de datos análogas.
"Los datos son elementos esenciales en la economía digital, razón por la que debemos examinar con cuidado las operaciones que llevan a la compra de paquetes de datos", ha expresado Vestager tras autorizar la venta de Shazam.
Bruselas inició la investigación el pasado febrero a petición de siete países europeos, liderados por Austria y entre los que está España, a pesar de que la compra de la aplicación no alcanza los umbrales de volumen de negocio por el que una compañía está obligada a notificar al Ejecutivo comunitario operaciones.
'Apple Music' es el segundo mayor proveedor en Europa de música en 'streaming', mientras Shazam ofrece la 'app' líder en reconocimiento de música.