Los abogados de la familia Pérez-Dolset y su sociedad luxemburguesa Wisdom Entertainment van a demandar a ING por 500 millones de euros en daños tras reconocer la entidad que sus clientes fueron capaces de utilizar sus cuentas bancarias para lavado de dinero durante años y tras llegar a un acuerdo por 775 millones de euros con las autoridades de su país.
La multa utiliza como ejemplo un caso que denunciaron los Pérez-Dolset: los sobornos pagados por la operadora VEON, antes VimpelCom, en Uzbekistán. VEON ya zanjó los cargos en EEUU y Países Bajos pagando 835 millones en 2016.
Los abogados de la familia y Wisdom afirmaron, en un comunicado al que tuvo acceso EL ESPAÑOL, que están negociando qué parte de la multa pagada por IGN les corresponde como víctimas, y que estudiarán demandar penalmente a los gestores españoles y holandeses del banco. Asimismo, fuentes cercanas a la familia afirmaron a este periódico que van a solicitar la retirada de la licencia bancaria a su filial española. “A Banco Madrid se la retiraron por un caso que era una centésima parte de lo que ha sucedido aquí”, señalaron.
“Estas acciones incluyen perseguir los posibles crímenes que emanan de los ya reconocidos por ING: insolvencia punible, falso testimonio, fraude, fraude procesal, intimidación, acoso de testigos, chantaje, ocultación de pruebas, obstrucción de la justicia y pertenencia a organización criminal, usando como jurisdicciones España, Estados Unidos y Países Bajos”, subraya el comunicado.
Para los Pérez Dolset el acuerdo de ING supone reconocer que el banco ayudó a Vimpelcom a lavar los pagos por sobornos a la hija del presidente de Uzbekistán, Gulnara Karinova, a través de la filial holandesa, y que ignoraron durante mucho tiempo las advertencias que hizo ZED sobre la existencia de estos pagos.
Una historia turbia de lavado
Zed afirma que cuando era la primera compañía mundial de servicios de datos móviles, ING se ofreció para ayudar en la gestión y fue instrumental para la creación de Zed+ con accionistas como Vimpelcom, y para instalar la sede en Países Bajos.
Más adelante, desde la filial española se intentó advertir repetidamente al banco de que Vimpelcom, participada por Mikhail Fridman -máximo accionista de Dia y accionista de Zed+- estaba cometiendo irregularidades, el banco se puso del lado de Fridman e instó la quiebra de Zed tras retener el pago de dividendos de sus filiales rusas y cancelar la liquidez bancaria que venía facilitándole.
“ING instó la quiebra de Zed con el único propósito de desacreditar y eliminar a los testigos de las investigaciones de Vimpelcom e ING. Esto se apoya por el hecho de que ING exigió el pago del crédito por parte de Zed Wordwide, que era sólo el avalista. ING nunca pidió el pago a la matriz, Zed+ -que, recordemos, estaba participada por Friedman-.
No saben ni cuánto lavaron
ING llegó a admitir en el acuerdo que no tenía capacidad de estimar siquiera cuánto dinero se lavó usando sus cuentas, si bien la Fiscalía ha cifrado esta suma en “cientos de millones de euros”. No es la primera vez que reciben una multa así: en 2012 pagó 619 millones de dólares por facilitar pagos por miles de millones para clientes cubanos e iraníes a través del sistema bancario estadounidense.
Aunque el CEO de ING, Ralph Hamers, señaló que no hubo individuos responsables de los fallos o que ganasen dinero con ellos, se tomará represalias contra una decena de empleados.