El interés del Santander en la adquisición del bróker podría estar relacionado con la búsqueda de aumentar su actividad en los mercados de capitales en la City, tal y como aseguró una fuente al medio británico. La firma de intermediación financiera cambió de manos por última vez hace más de ocho años, cuando sus empleados se hicieron con la participación mayoritaria que ostentaba hasta ese momento el belga KBC.
El acuerdo valoró entonces a Peel Hunt en unos 74 millones de libras (83 millones de euros), aunque KBC llegó a pagar hasta 219 millones de libras (246 millones de euros) en el año 2000.
No obstante, el consejero delegado dePeel Hunt, Steven Fine, negó que el bróker que dirige estuviera en venta y calificó estas informaciones de "especulación de la prensa". De su lado, Banco Santander no ha querido hacer ninguna declaración al respecto.
La entidad presidida por Ana Botín reforzó el año pasado su división de banca global para clientes corporativos e instituciones (SCIB, por sus siglas en inglés), con la incorporación del ex de JP Morgan, José María Linares, como máximo responsable.
SCIB obtuvo un beneficio neto atribuido de 873 millones de euros al cierre del primer semestre de 2018, un 4% menos respecto al mismo periodo del año anterior, debido a unos mayores costes asociados a proyectos transformacionales o un menor margen de intereses por menores spreads.