El Real Madrid celebrará este domingo su Asamblea General Ordinaria, en la cual se someterán a aprobación, entre otros asuntos, los resultados correspondientes a la temporada 2017-2018, y se pedirá la aprobación al socio para incurrir en una pequeña deuda con el objetivo de construir el Estadio Santiago Bernabéu del futuro.
Fuentes del entorno del club explicaron a EL ESPAÑOL que la suma que se prevé financiar está en el entorno de los 500 millones, una suma que permitiría no sólo afrontar los 400 millones del nuevo estadio sino también guardarse las espaldas de cara a algún fichaje de campanillas.
¿Y cómo podemos decir que 500 millones es una deuda pequeña? En primer lugar, porque el Madrid cerró el año pasado con una deuda negativa de casi cien millones de euros y tiene una tesorería muy saneada, con casi 200 millones en la bolsa. Esto demuestra que el club ha seguido una disciplina financiera muy rígida durante los últimos años, basada en comprar jugadores a precios razonables y conseguir altas revalorizaciones, bien en forma de títulos, bien en operaciones de compra-venta ventajosas.
Tampoco es muy superior a la de otros clubes de su tamaño, como el Manchester United, con una deuda neta de 300 millones de libras.
Asimismo, estamos hablando de que el coste del nuevo Bernabéu no supera en mucho a las cifras que se llegaron a barajar durante el verano por un único jugador. Y si bien es cierto que Neymar es el tipo de competidor que vende camisetas, la capacidad de generar ingresos de un estadio revolucionario es mucho mayor a largo plazo. Porque, además, los estadios no se lesionan.
Por último, nos encontramos en un momento especialmente oportuno para incurrir en deuda. Nos movemos en un entorno de tipos bajos y, si el Real Madrid opta por esta vía, es incluso un buen momento para elegir por una financiación a tipo fijo para protegerse de una futura escalada en el precio del dinero.
“Este nivel de apalancamiento está dentro de los parámetros normales en un escenario de crecimiento”, explicó un experto independiente en refinanciaciones a EL ESPAÑOL, quien hizo énfasis en que el ratio de dos veces deuda financiera/Ebitda es muy razonable, al igual que un Ebitda del 20% de sus ingresos.
Futuro ganador de la Liga del Dinero
Las cuentas del club arrojan una solidez envidiable. La compañía facturó 750,9 millones en su ejercicio 2017/18, lo que supone un 11,3% más, lo que le permitirá superar a los clubes con los que realmente compite por ingresos: Manchester United y F.C. Barcelona. El aumento fue de 76,3 millones, el mayor que registra de un año para el otro el club desde 2000.
En la Liga del Dinero que elabora cada año Deloitte, el Madrid ocupaba el año pasado la segunda posición, a poco menos de dos millones de euros del Manchester United. Salvo que los ingleses, que anuncian sus resultados el próximo 25 de septiembre, impresionen con un crecimiento superior al del Real Madrid, todo lleva a pensar que el club de Concha Espina se coronará como líder en la próxima edición de la clasificación.
Otro aspecto que lleva a pensar que la deuda no es un problema pasa por lo saneado que está el club, con un beneficio neto de 31,2 millones de euros, casi un 46% más que en el ejercicio precedente, por lo que el patrimonio neto -el valor total de una empresa una vez descontadas las deudas- asciende a 494,5 millones de euros.
El estado de tesorería del Real Madrid presenta un saldo final de 190,1 millones al final del ejercicio, lo que supone un incremento de 12,1 millones. Entre eso y el hecho de que el club no tiene deudas, le convierte en un caramelito para la financiación, y le garantizará las mejores condiciones del mercado.
Temporal
Otro motivo para no preocuparse por la deuda es que no era la primera opción de Florentino Pérez. El club había cerrado un acuerdo de patrocinio con Ipic (International Petroleum Investment Company, dueña de Cepsa) para cambiar los costes de la obra por los derechos de denominación del estadio para los próximos 20 años. Pero cuando fue absorbida por el grupo Mubadala de Abu Dhabi, dicho pacto fue rescindido.
Eso no quiere decir que el club no tenga previsto firmar un acuerdo comercial de este tipo, pero hay un arbitraje en París que puede llevar años. Endeudarse ahora puede ser la clave para firmar un acuerdo futuro igual de beneficioso.
¿Conclusión? La trayectoria de Florentino Pérez al frente del club y su renuncia a mantenerse endeudado durante mucho tiempo sugieren que la Asamblea será un paseo por el campo y los madridistas confiarán en un plan que garantiza el futuro del Madrid como uno de los colosos económicos del deporte.