Las jornadas de doce horas al volante en el Taxi o una VTC podría tener sus días contados en Madrid. El Ayuntamiento que lidera Manuela Carmena empieza a plantearse la posibilidad de establecer un “sistema de control horario”, que limite el tiempo de conducción efectiva que hacen sus trabajadores. Una medida que se justificaría por la necesidad de proteger la salud de los profesionales, y por la importancia de mejorar la calidad del servicio.
Por ahora no hay nada en firme, se trata de una posibilidad se ha planteado en un informe técnico titulado Sistema de control horario de la actividad profesional del Taxi de Madrid, que fue presentado al sector hace unas semanas. En ese documento se plantea la fórmula en la que podría establecerse ese límite horario “en línea con el modelo implantado en otras ciudades y regiones europeas”.
Hasta el momento la actividad de los taxistas viene limitada por el tiempo de servicio de la licencia, que es de dieciséis horas diarias. En ese marco cada conductor se organiza como quiere, lo que hace que muchos no paren durante todo el tiempo de trabajo, aunque es verdad que pocos de ellos agotan el límite máximo que les otorga la normativa.
Aun así, el Ayuntamiento estima que el número de horas que hacen al volante es excesivo, y plantea la posibilidad de obligarles a efectuar paradas, tal y como ocurre con otros profesionales del transporte por carretera.
Contra la libertad de empresa
Una posibilidad que no convence a las asociaciones, quienes ya han avisado al consistorio de que el Taxi “se autoregula porque está compuesto por autónomos” que desarrollan su actividad; además creen que habrá un impacto económico que “tendrá que ser compensado”; y, por último, una límite horario “alteraría las condiciones de competencia”, por lo que “tendría que extenderse también al sector de las VTC para limitar distorsiones” en el mercado.
En este último punto el documento elaborado por el Ayuntamiento de Madrid da la razón a los taxistas, y en sus conclusiones asume que, de llevarse a cabo, “es fundamental que su aplicación se realizara de forma universal en el mercado de transporte de pasajeros en vehículos turismo”. ¿El motivo? que tanto taxis como VTC son “un binomio indisociable que compite y competirá en la práctica por un mismo nicho de mercado”, reza el documento.
El propio Ayuntamiento de Madrid reconoce que una medida de este tipo es de difícil implementación. Hablamos de un sector compuesto fundamentalmente por autónomos, por lo que se podría “vulnerar el derecho a la libre empresa”; de ahí que el informe justifique la necesidad de limitar los horarios por la necesidad de “incrementar la seguridad vial y la calidad del servicio”.
Tantas dudas se alberga sobre la viabilidad de la medida, que se llega a preguntar si no sería factible aumentar la seguridad y el bienestar de los trabajadores “con mejores prestaciones de seguridad, el endurecimiento de las condiciones al acceso de los conductores y, por último, aplicando severas restricciones al uso irracional del vehículo particular”.
El documento presentado al sector contiene experiencias que ya están en marcha como la de París, en donde la actividad laboral diaria no podrá exceder de once horas diarias, con dos descansos entre medias de media hora. También la de Suiza, en donde el tiempo de conducción en una misma semana no debe exceder las 45 horas.
Situaciones como esta son temidas por las principales asociaciones del sector. Reconocen que, de llevarse a cabo, habrá un perjuicio económico para sus asociados, por lo que ya avisan de que sería necesario buscar fórmulas de compensación por las pérdidas que pueda ocasionarles. Incluso, llegan a plantear que la limitación horaria se aplique sólo al personal asalariado y no a los propietarios de las licencias.
El decreto está en el horno
Aunque se trata de una primera aproximación para plantear la medida, llega un momento clave para el Taxi y las VTC. La guerra que ambos tipos de transporte mantienen podría llegar este viernes a su fin. Será entonces cuando el consejo de ministros presente el decreto con el que se transferirán las competencias de VTC a las Comunidades Autónomas. ¿El objetivo? Que sean ellas quienes regulen y permitan que los Ayuntamientos puedan crear una licencia urbana para que los coches de Uber y Cabify puedan operar en ellas.
Así que este estudio parece formar parte de esas nuevas competencias que se avecinan para el Consistorio madrileño, que se ha mostrado siempre partidario de poder crear un permiso municipal para poner freno a la expansión de Uber y Cabify.
Estaba previsto que las principales asociaciones del sector, Fedetaxi y Antaxi junto a la patronal de VTC, Unauto, se reunieran este martes con el ministerio de Fomento. Un encuentro en el marco del Comité Nacional del Transporte, en el que algunas asociaciones querían expresar su malestar por la gestión que está haciendo el Ministerio en torno a la nueva regulación de las VTC.
Sin embargo, y como han confirmado las propias asociaciones de taxistas, finalmente no acudirán a la cita con la patronal de VTC. Consideran que sin conocer el texto del Real Decreto del Ejecutivo en defensa del Taxi, y con la amenaza de huelgas por parte de los conductores de Uber y Cabify no hay opciones para el diálogo.